España ha sido y aún sigue siendo por excelencia uno de los grandes consumidores de drogas ilegales como el hachís o la cocaína. En lo referente a otro tipo de drogas, las llamadas “drogas blandas” o “legalizadas” como el tabaco o el alcohol, el país español tampoco se queda atrás.
Esta semana la “Encuesta Domiciliaria sobre consumo de Alcohol y otras Drogas” ha presentado sus resultados analizados en el bienio 2009-2010 al gran público.
Según los datos del presente estudio ha aumentado significativamente el consumo de alcohol en atracones en los últimos meses, es decir, el consumo de cinco o más bebidas alcohólicas en un breve periodo de tiempo. Casi un 14% más, concretamente.
El estudio se ha realizado a través de más de 20.000 entrevistas dirigidas a la población española de entre 15 y 65 años, y otros datos que han sorprendido, esta vez gratamente, han sido los del descenso por primera vez del consumo de cocaína en españoles (1’2% frente al 1’6% del 2007).
Leire Pajín, ministra de Sanidad, ha comentado que “pese a que el uso de algunas drogas se ha visto disminuido, nos preocupa el aumento del consumo de alcohol y tendrá la atención que se merece en el próximo Plan Nacional sobre Drogas”.
Como es de suponer, estos “atracones” alcohólicos se dan especialmente en fines de semana cuando el consumo de 4 o 5 copas en una misma noche supone un hecho rutinario para muchas personas, incluidos menores de edad.
Más concretamente, casi 2 de cada 10 personas encuestadas afirmaban haberse emborrachado varias veces durante el último año, otro dato que ha subido de forma significativa respecto a las cifras anteriores.
De acuerdo a las palabras de la ministra, el aumento en el consumo de bebidas alcohólicas se debe a una “percepción de menor riesgo generalizada”, en otras palabras, la sociedad en que vivimos cree realmente que el alcohol no es tan malo como lo pintan.
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