Recientemente Jargoo, un participante del blog sobre cine bélico, me dejó un link al siguiente video promocional del canal TCM, en el que se habla de los subgéneros del cine bélico.
Y lo cierto es que la cantidad de películas de guerra es tan grande que pueden identificarse algunos patrones que permiten agruparlas en diferentes categorías. Supongo que cada aficionado tendrá su propia clasificación, pero aquí voy a comentar la mía.
¡Inmersión ¡Inmersión!
En mi opinión el subgénero bélico más reconocido es el de las "películas de submarinos". Lo más curioso es que la primera producción incluida en esta categoría es "Mare Nostrum", titúlo homónimo de la novela del escritor Vicente Blasco Ibáñez. La película fue estrenada en 1926 y en ella se nos relata la historia del capitán Ulises Ferragut, que es seducido por una espía alemana para que con su barco transporte suministros a un submarino alemán que operan en el Mediterráneo. Pero para los aficionados al cine bélico los títulos más reconocibles son probablemente:"Das Boot", "Operación Pacífico", "Duelo en el Atlántico" o "La caza del Octubre Rojo" por decir unos pocos.
Todos ellos tienen en común el recrear la tensión que se genera en el ambiente claustrofóbico de uno de esos mastodontes de acero y que suelen representar un juego del gato y el ratón entre los capitanes enemigos. Se da la paradoja de la parte se ha comido al todo y que muchas de las películas que representan combates navales de superficie, como por ejemplo "¡Hundid al Bismarck!", "Bajo diez banderas" o "Master and Commander", siguen los cánones de las películas de submarinos, sobre todo en lo que respecta al mortal juego de la caza del ratón.
Espía es un nombre muy feo. Prefiero que me llamen agente.
"Mare Nostrum" es también un representante temprano de las "Películas de espías". Aunque ahora es un género independiente, nació como subgénero bélico durante la Primera Guerra Mundial. No en vano la espía más famosa de todos los tiempos es "Mata-Hari". Aunque el espionaje está muy relacionado con los adelantos tecnológicos como puede verse en "Enigma" y en "U-571", generalmente las películas de espías ambientadas en un conflicto histórico huyen de artilugios sofisticados como los que aparecen en las de la saga sobre James Bond y se centran más en otros aspectos. Por ejemplo las peripecias de los agentes para descubrir la información del enemigo como puede verse en "Operación Cicerón", "El ojo de la aguja" o en "Espía por mandato". También puede ser la realización de una acción de sabotaje al estilo de "Los héroes de Telemark", "Ha llegado el águila", "Siete hombres al amanecer".
Y por supuesto el difícil trabajo de buscar al topo, el traidor que ha conseguido infiltrarse entre las filas propias. La ardua labor del contraespionaje ha sido reflejado en producciones como "Triple Cross", "Eric, oficial de la Reina" o "El desafio de las aguilas". Una derivación de este subgénero es el que mezcla cine de guerra y cine policiaco. No en vano los investigadores utilizan métodos y tácticas parecidos a los de los agentes de contraespionaje. La película-patrón por excelencia es la estupenda "La noche de los generales" que tuvo un remake ambientado en la guerra del Vietnam ("Saigon"), aunque los representantes más recientes de este minisubgénero son las flojas "Más fuerte que el odio" y "La hija del general".
¡Tú no puedes encajar la verdad!
Siguiendo con los temas legales nos encontramos con otros dos subgéneros que han hecho las delicias de los aficionados en más de una ocasión. Las películas sobre juicios militares y las películas sobre campos de prisioneros. En el primer caso todo el mundo tenemos la sensación de que la llamada justicia militar es la justicia más severa, inclemente e injusta que existe. Y sobran los ejemplos cinematográficos sin importar la época histórica en la que estén ambientados. Ya sea en el Salvaje Oeste del "El sargento negro", la Francia del siglo XIX de "Prisioneros del Honor", la Guerra Boer de "Consejo de Guerra", la IGM de "Senderos de gloria", la IIGM de "El motín del Caine", o incluso el actual ejército estadounidense de "Algunos hombres buenos". Pero todas ellas tienen en común de que hay un valeroso abogado defensor que será capaz de demostrar con argumentos sólidos que su defendido es inocente de los cargos, aunque quizás eso no le libre de cumplir condena.
Intentaba cortar la alambrada porque quiero escapar
En cuanto a las películas sobre campos de prisioneros es una de las mejores mezclas cinematográficas que hay. El llamado cine carcelario es un subgénero del cine negro con sus propias reglas y códigos. Generalmente los presos despiertan la simpatía del espectador a pesar de que dichos presos hayan cometido algún crimen execrable, y uno desea que se fuguen (véase por ejemplo "Fuga de Alcatraz"). Los carceleros por el contrario despiertan la antipatía del público aunque estén del lado de la ley, porque generalmente despliegan un comportamiento manifiestamente injusto. No digamos ya si el penado encima es inocente o ha cometido un crimen menor como en "Cadena perpetua" o "La leyenda del indomable". Bien, ¿hay algo más "inocente encarcelado injustamente" que un soldado prisionero de los alemanes o de los japoneses? Así no es de extrañar que este subgénero haya dado lugar a obras maestras como "Traidor en el infierno", "La gran evasión" o "El puente sobre el río Kwai". También es verdad que se ha abusado de él y a veces uno se encuentra subproductos como "La guerra de Hart" o desvaríos como "La última fortaleza".
Continuará...
Nota: Los títulos de películas en cursiva están comentados en el blog de von Kleist