Como os digo es una excursión para hacer de ida y vuelta. Yo quedé un jueves con mi amigo Luis, ¡ah! se me olvidaba, si podéis, mejor id entre semana, si vais en fin de semana y hace buen tiempo aquello se llena de gente y hay que hacer cola hasta para subir (es lo que tiene Japón), nosotros fuimos un jueves y estaba bastante tranquilito, en los stops se acumula mas gente pero para subir ningún problema.
Bueno a lo que iba, quedé con mi amigo Luis para pasar el día en el Monte Takao.
Una vez llegas allí hay hasta 6 rutas, 3 desde la base del monte y otras 3 desde mitad del camino. La primera mitad del camino es la mas empinada y por lo tanto la que mas cansa, pero yo os recomiendo subir el monte desde abajo. También está la opción del funicular que os deja a mitad de camino...
Nosotros cogimos la ruta 1 para subir, que era la mas larga (3,8 km) y mas turística; más turística porque es donde hay mas stops para comer o beber algo y donde están los templos y demás.
Nosotros subimos bien (ya digo no había mucha mucha gente), haciendo paradas en los templos u otros sitios de interés e incluso una a medio camino a reponer fuerzas con una cervecita y un mitsufuku dango (三福だんご) un dulce tipo mochi típico de allí.
El Monte Takao está estrechamente relacionado con Tengu, un dios menor de folklore japonés, y el Naigubu daitengu. Un templo budista, Takaosan Yakuōin Yūkiji, se encuentra en la montaña.
Desde la cima si hace buen tiempo se puede ver el Monte Fuji , no fue nuestro caso pues había bastante niebla, pero aún así las vistas eran preciosas.
También arriba nos comimos un soba típico de allí, el 山菜ところそば mientras nos tomamos otra cervecita. Para no apalancarnos mucho después de comer decidimos bajar utilizando otra ruta, en este caso la ruta 6 (la segunda mas larga), que está a diferencia de la primera es menos turística; no está asfaltada, no hay lugares de descanso ni tiendas de souvenirs y vas caminando por el medio del bosque siguiendo un río. A mi personalmente me gustó mucho mas. Era caminar por plena montaña por caminos súper estrechos, entre los arboles y oyendo siempre el agua del río, una sensación de tranquilidad brutal.
Y lo mejor es que por este sendero no había casi gente, puedo decir que el 90% del camino lo bajamos solos.
Lo dicho una excursión que no está nada mal si te alojas en Tokyo y te apetece algo de naturaleza. Por lo que me han dicho las mejores épocas para ir son en verano, porque se puede ver bien el Monte Fuji desde la cima y en otoño, cuando las hojas de los árboles cambian de color y ves mezclas de rojos, anaranjados, naranjas y verdes.
No os defraudará.
Aquí os dejo unas fotos y si os gustan y quereis ver mas aquí teneis unas cuantas en MyFlickr
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