Salimos desde San Salvador a las seis de la mañana para llegar a Guatemala Ciudad a las 13 más o menos. Allí nos esperaban los locos que se habían ido el viernes para allá para ver a Metallica en directo, con un microbus que habían alquilado y todo. Nos recogieron y fuimos directos a la base del volcán Pacaya. Según cuentan, hay veces en las que se ven salir rocas del cráter, otras en las que no se ve nada de tanto humo azufroso tóxico, y otras veces, que son las menos, en las que se ven los ríos de lava al lado de por donde caminas. Yo me imaginaba que sería una subida dificil, pero resultó que en hora y media estábamos arriba, el cielo estaba despejado, no había nada de humo, y encima vimos los ríos de lava a nuestro ladito, vaya calores al lado de la roca fundida.... algo muy impresionante, sobre todo teniendo en cuenta lo fácil que es subirlo. Normalmente suelen ser las cosas más impresionantes cuanto más cuestan, pero en este caso, es mucha recompensa para tan poco esfuerzo, una maravilla de la naturaleza. Aquello rugía que daba miedo, se veían salir rocas rojas y rodar por la ladera, bestial.
Después de la bajada fuimos para Antigua, una ciudad pequeñita llena de templos derruidos por el terremoto que obligó a cambiar la capital del país de ubicación. Lleno de gringos, se escuchaba más inglés que español, la impresión nocturna no fue nada buena, pero toda la mañana del domingo paseando por allí ha sido preciosa, es un lugar encantador, un gustazo pasear por sus calles y disfrutar de los colores de sus casas y el empedrado de sus calles.
y de regalo, una foto del cuadro cubista de cuba...