Nos referiamos en el IV al edificio frontero, a la “Escuela de Artes y Oficios”toledana, el cual comentamos ahora. En este lugar también nos encontramos vestigios antiguos que rememoran en parte la vida de los hebreos toledanos. Justo enfrente se encuentra la entrada a la sala de exposiciones y desde ella se tiene acceso por una escalera a sus subterráneos.
Estos pertenecían en su tiempo, a uno de los claustros que tuvo el convento de San Juan de los Reyes, el más moderno, de estilo renacentista. Pero en la guerra de la independencia de 1808, al huir los franceses hacia el norte, quemaron los monumentos de la ciudad, así como dicho convento y sus dos claustros, quedando solo los sótanos como ahora vemos en el segundo, que ahora contienen un extraordinario museo.
Aunque es el vestigio posiblemente judío, el que más nos interesa en este estudio. Este se encuentra debajo del jardín, en su centro, al cual hay que bajar por una escalera larga de mano, puesta al efecto y cuando bajamos al mismo, la sorpresa se apodera de nosotros, pues este lugar se parece a una casa subterránea, que dicen ser de tiempos mudéjares, aunque también pudo corresponder a los sótanos de alguna otra sinagoga hebrea. Es como un gran salón, cuya gran bóveda en ladrillo se sustenta por una gran columna central. A uno de sus lados se encuentran unas piletas o pesebres para trajinar.
A un lado hay otra pequeña columna que debía dar paso a otra estancia y al fondo, la abertura de otra habitación cerrada completamente por una bóveda de ladrillo, donde observamos la piedra madre o gneis toledano como cimiento. Tiene alguna ventana que debe dar a otra estancia y también salida para humos.
También contiene un canalillo tallado en la roca viva del suelo, por donde se desagua el agua que viene desde más arriba, aunque sin saber desde donde.
Es decir, otro enigma más por dilucidar, acercándonos aún más a un misterio que parece inaccesible.
Las imágenes son bastante elocuentes, para observar y comprender en parte, la riqueza del subsuelo de esta ciudad tan parecida a otras tan especiales del mundo, cuyo tesoro cultural es difícil de superar por muy pocas parecidas a ella.
Dejamos testimonio con esta investigación en estas páginas, para que se cuiden estos lugares y no desaparezcan, pues se perderían saberes que serían irrecuperables en el tiempo.
Un poco más adelante y en la misma calle, se encuentra la archifamosa sinagoga toledana de Sta. Mª. La Blanca, monumento toledano conocido mundialmente por su esencia judía, formando parte del circuito turístico de esta ciudad, siendo por mérito propio, tal como estamos observando “Patrimonio de la Humanidad”.
Mi último estudio sobre ella, demuestra a las claras su geometría cabalística y su esencia mística, (ver en esta misma página web“libros” y en particular “Cuadernos Heterodoxos Toledanos II”).
Debajo de su sala hipóstila o de columnas, se encuentran sus sótanos con bóvedas de ladrillo en el mismo sentido que la parte alta, hundiéndose en las profundidades de la tierra, estando hueca totalmente por debajo.
Su estructura hacia las profundidades nos da la idea de un hexágono, representación simbólica de una piedra preciosa, lanzada desde las alturas, según nos cuenta el “Zohar” o“libro del Resplandor”, biblia cabalística extraordinaria, reescrita por el hispano-hebreo Moisés de León de Guadalajara.
En este tiempo y fuera de la sinagoga, a sus pies nos encontramos con parte del baño litúrgico o mikvá.
Antes debió de estar en su interior, pues quizás esta era algo más larga.
Todavía vemos el brocal del pozo para recoger las aguas de lluvia, el cuenco del baño y una rejilla que da paso a los sótanos del propio edificio.
Esta parte nos recuerda a la “piscina probática” del templo de Jerusalén, denominada como “mar de bronce”, debida al rey Salomón.
Su agua póntica se movía de tiempo en tiempo y el primer lisiado que se sumergía en ella, era curado milagrosamente.
Así de importante es este templo de Toledo, escrito con mística musulmana, como joya del judaísmo mundial, en un campo cristiano. Siendo como un cofre precioso que hay que abrir despacio para poder comprenderle. En esto consiste la tolerancia toledana.
Autor: A. Vega. 2010.Fuente: http://eltoledoescondido.wordpress.com/subterraneos-secretos/5%C2%BA-vestigio/
Revista Cultura y Ocio
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