Clase magistral de cómo un juego, que en principio parece una mierda, puede llegar a tener (o al menos parecer) tanta personalidad que apetece jugarlo, Suda es un frikazo y a él le debemos pleitesía. El vídeo no tiene desperdicio, pero el juego… parece la suma de muchos desperdicios ¿que no? (pero tengo ganas de echarle unas partidas)