Suelo agrario infrautilizado. ¿Una medida hacia la expropiación?

Suelo agrario infrautilizado; así lo mencionan en el anteproyecto de Ley de Infraestructuras Agrarias (otra futura ley valenciana) que se presentó a finales del pasado mes de noviembre.

El anteproyecto reconoce que el principal motivo del abandono del suelo agrario infrautilizado es su falta de rentabilidad, contemplando, parece ser, algunos incentivos fiscales para la «movilidad de la propiedad de la tierra», tanto para su venta como como para el alquiler. Pero por lo que ha trascendido, la cosa está enfocada a obligar a ceder el suelo agrario infrautilizado. O sea, llamémosle como queramos, pero a mí eso me parece algo muy parecido a la expropiación, y posiblemente en peores condiciones.

La propiedad privada y el suelo agrario infrautilizado

Suelo agrario infrautilizado. ¿En qué acabará este anteproyecto valenciano?

Obligar a ceder, alquilar o vender el suelo agrario infrautilizado va claramente contra la propiedad privada, pero se argumenta diciendo que es por un bien común. El problema de estas cosas es que se abre definitivamente el camino a que lo próximo sean las viviendas o locales infrautilizados. Más impuestos para los propietarios, obligación de cederlos, o facilitar todavía más, mediante leyes absurdas, la okupación de bienes ajenos. Porque lo que resulta absurdo es que ante la justicia tenga más derechos el que roba (okupar una vivienda equivale a robarla, aunque lo llamen de otro modo) un inmueble que su legítimo propietario. Ese tipo de leyes son las que tendrían que llegar al constitucional y deberían anularse o cambiarse. No es permisible en modo alguno que pueda tener más derechos el que entra sin permiso en nuestra casa, que nosotros mismos. Y esto de la ley valenciana sobre el suelo agrario infrautilizado podría ser la punta de lanza para todo lo demás.

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El proyecto prevé la creación de bancos de tierra (¿previamente expropiada u obligada a ser cedida?) que se gestionarán por los ayuntamientos o por entidades vinculadas tradicionalmente con el sector agrario, «conectando» la oferta con la demanda.

Puig considera al agrícola como un «sector fundamental para el renacimiento de la Comunitat Valenciana», y supongo que habrá visto más viable obligar a los propietarios que no pueden sacar rentabilidad a cederlos a terceros, antes que solucionar el verdadero problema: el de la falta de rentabilidad.

Mónica Oltra: «Será una ley innovadora, porque propone nuevas formas de gestionar la tierra y el trabajo en las explotaciones, con nuevas medidas, incentivos y gobernanza; pero también es una ley que construye sobre nuestras fortalezas, sobre aquello que el sector ha sabido hacer bien a lo largo de décadas: cuidar de la tierra y desde lo pequeño sacar grandes resultados».

Ramón Cerdá