La madera es el material preferido de los nórdicos para vestir sus suelos. Listones de madera, laminados, tarimas flotantes, parquet cuadrado y en espiga, les gustan todos y a mí unos más que otros. En este piso sueco hay muchos detalles elegantes, como la carpintería o las puertas correderas, pero el suelo es probablemente el gran protagonista.
Tengo que decir que nunca me gustó el suelo de parquet cuadrado, bueno, por lo menos la mayoría de lo que he visto en los hogares de España hasta la fecha. No me molesta el estampado que crea en cuadrados, sino los acabados de alto brillo que le dan tantas capas de barniz y los colores, muchas veces en exceso anaranjados, un acabado muy poco natural para mi gusto.
El suelo de parquet de este piso en la habitación – estudio es otra historia, de roble oscuro, macizo, aceitado, con tacto terciopelo ¡me-lo-pido! y también el que forma espigas en el salón, de hecho me gustan hasta las transiciones entre un estampado y otro.
La coordinación de los blancos y tonos naturales-madera en este piso es increíble. Hacer que grandes espacios sean cálidos con pocos elementos no es fácil y aquí está muy conseguido. ¡Feliz miércoles!
Vía: entrance makleri Fotos: Aders Bergstedt
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