Creo que entenderán que un libro con este título tendría pocas probabilidades de acabar en mi biblioteca. Salvo, claro está, de no ser porque en él se basó el guión que sirvió a Ridley Scott para hacer Blade Runner, uno de los mitos de la historia moderna del cine.
Aunque pueden verse ediciones del libro con el título "Blade Runner", película y novela difieren bastante, e incluso el propio Ridley Scott confesó que jamás había leído la obra de Philip K. Dick. La película está enteramente basada en el magnífico guión escrito por dos tipos llamados David Webb Peoples y Hampton Fancher.
Supongo que conocen el argumento: en un mundo desolado tras la guerra nuclear, en que la mayor parte de la población ha emigrado fuera de la Tierra, Rick Deckard es un cazarecompensas cuya misión es detectar androides prácticamente humanos que están fuera de control y retirarlos. Personas biológicamente similares en casi todo a los hombres, salvo por algunos detalles: carecen de capacidad empática y su expectativa de vida se limita a unos pocos años.
Es imposible juzgar aisladamente la novela cuando tienes en la memoria las imágenes tantas veces vistas, de una potencia visual tal que se comen al relato. Éste es con frecuencia un poco farragoso, aunque plantea muy interesantes cuestiones éticas que no siempre tienen cabida en la película. Es un libro entretenido y curioso, resuelto irregularmente desde el punto de vista literario, pero interesante.
Imprescindible -obviamente- para la legión de fans de Blade Runner.