Sueño con un día en que nuestros besos sean infinitos,
en que los días no verán su fin y las noches jamás despierten;
Sueño con esas caricias en las que tus dedos cuentan los lunares de mi espalda;
Sueño … con esos paseos al atardecer, y esas miradas en el despertar de mis albores;
Sueño con esos días en los que mis suspiros se perderán entre tus cabellos para tornarte en sonrisas;
Sueño con tus manos perdidas en mi pecho, con tus dedos enredados en mis cabellos;
Sueño con tus labios ensangrentados por la pasión de sus caricias sobre el vástago de mi ser;
Sueño con tu mirada penetrando por los poros de mi piel, para recorrer mi cuerpo navegando por la sangre de mis venas;
Sueño con despertar y hallarte yaciente bajo las mismas sábanas que me cubren;
Sueño recorrer con mi lengua los pliegues de tu piel y sentir cómo tu aliento huye extasiado por la indecencia de tu cuerpo desnudo y sutilmente seducido;
Sueño con fundir nuestras manos mientras embisto tus caderas y desgarro mi garganta en el abismo de la pasión;
Sueño con elevar nuestros cuerpos al compás de nuestras almas, y nuestras conciencias jamás prevean el instante en que retornar a la atención primera de nuestra existencia;
Y sueño con el momento más álgido de esta lujuria nuestra, que mantengamos esta exaltación ondeados por el viento que viaja desde el Norte, hasta el momento en el que caigamos juntos para que nuestro amor sea moldeado por el libre albedrío de Eolo.
Y sueño con tus gemidos transformados en besos por la agitación de tu pecho;
Y sueño con tus caricias transformadas en esos dedos que besarán mis labios;
Y sueño con vuestra silueta dibujada entre los pliegues de las sábanas de mi lecho.
Y sueño… con Vos.