Militares estadounidenses desplegados en su base aérea de Thule, en Groenlandia.
Groenlandia no ha estado en el foco de la atención mediática, pero un informe sobre el deseo de Trump de comprarla, gira la mirada del mundo a esta recóndita isla.
En el mundo de hoy, comprar territorio de otro país es impensable, ya que cuestiones como la soberanía nacional o el derecho a la autodeterminación, así como la imagen negativa sobre cambios geopolíticos en la geografía universal han llevado a que muchos hayan dejado de hablar de este territorio durante años.
La “compra de Groenlandia” no ha sido planteada formalmente por el Gobierno estadounidense, es más bien un tema mediático. Lógicamente, tanto el Gobierno local de Groenlandia como el de Dinamarca, que considera a Groenlandia como una parte integrante de su territorio, reaccionaron rápidamente a la iniciativa estadounidense, pero no se ha zanjado el asunto, que va más allá de comprar y vender la isla.
¿Dónde está Groenlandia?
Groenlandia es la mayor isla del mundo, clasificada como una parte del Ártico o del hemisferio norte, está situada entre los océanos Ártico y Atlántico, forma parte del territorio danés y goza de una autonomía especial.
Sin embargo, una gran parte de la isla está deshabitada debido a las duras condiciones climáticas, y solo unos 56 000 habitantes viven en este territorio vasto. El 90 % de la población es esquimal, identificada como inuit. Asimismo, casi el 80 % de Groenlandia está cubierta de hielo.
La isla fue una colonia danesa durante muchos años, pero durante la Segunda Guerra Mundial y después de que Alemania ocupó Dinamarca, EE.UU. tomó el control de la isla y la definió como un “protectorado”. Groenlandia se anexó a Dinamarca en 1953 después de la guerra.
Los groenlandeses tienen una considerable autonomía y control sobre su política exterior y asuntos militares. Según la Constitución, si la gente quiere independencia en un referéndum, Copenhague no puede oponerse. Actualmente, la isla depende económicamente de Dinamarca, que, a su vez, la ayuda a través de subsidios.
¿Cuál es la importancia de Groenlandia?
En primer lugar, Groenlandia tiene recursos naturales como mineral de hierro, plomo, zinc, carbón, oro y diamantes. Algunos geógrafos creen que la isla posee una de las mayores reservas de petróleo en el mundo que probablemente se explote en un futuro cercano.
Pero eso no significa que Groenlandia tiene una economía dinámica, por el contrario, el Gobierno danés ha llamado la atención a problemas que enfrenta la isla como el desempleo y el costoso sistema de servicios.
Pero, ¿por qué alguien como el presidente de EE.UU. piensa en comprarla? La respuesta podría encontrarse en los documentos del Departamento de Defensa de EE.UU., que muestran que las Administraciones estadounidenses tienen preocupaciones sobre el Ártico y sus recursos.
Según un informe reciente del aludido Departamento, el Polo Norte es una zona que podría convertirse en un campo de batalla a disputar entre las superpotencias.
Washington estima que alrededor del 22 % del petróleo y el gas del mundo se encuentra en el Ártico, por eso el control sobre la región podría tener un impacto significativo en el poderío de las potencias globales. Mientras tanto, Rusia es privilegiada y podría aumentar su influencia sobre el Polo Norte debido a su geografía. Y, por supuesto, China también ha comenzado a invertir en Groenlandia.
La ubicación estratégica de Groenlandia ha llevado a EE.UU. a presionar al Gobierno danés para que le permita tener una presencia militar en la isla, instalando radares y bases.
Puede Trump comprar Groenlandia?
La importancia estratégica de Groenlandia ha compelido a la Casa Blanca a dominar o influir en la política de la isla. Trump no es el primer presidente que considera la compra de la isla para anexionarla al territorio de EE.UU.
En una entrevista con el diario norteamericano The New York Times, dos funcionarios cercanos a Trump han explicado que el tema de la adhesión de Groenlandia tiene una conexión con la seguridad nacional del país norteamericano.
Sin embargo, tal idea se traduciría en la retirada completa de China y Rusia de la isla, lo que podría convertirse en un importante privilegio geopolítico para Estados Unidos.
La Administración estadounidense está interesada en comprar otras regiones para anexarlas. En el siglo XIX, Washington compró una vasta parte del territorio de América del Norte a Francia, llamada Luisiana, y Alaska de Rusia. EE.UU. también ha pagado a España y México por partes de Florida, California y Texas.
(HispanTV)