Revista Opinión

Sueño Líquido

Publicado el 18 enero 2020 por Carlosgu82

Despierta en un sueño susurrante
la suavidad rodea los sentidos.

La piel se va despertando poco a poco.

La cristalina agua me llama con dulzura:
«Ven a mí, regálame tu cansancio,
Te ofrezco, sin pedirte nada a cambio, un dulce sopor
un cuerpo lánguido y un cerebro libre de pensamientos »

Tocando el agua pero sin sentir la humedad…
Sintiéndome más y más desconcertada.

Los segundos se me escapan por la mirada.

Al mirar el sitio en el que me encuentro.
Observando lo que hay en torno a mí.
La brisa acariciando los árboles de lavanda en flor
La más brillante de los orbes nocturnos se acerca a mí.
Poco a poco se hace más grande con el tiempo que fluye.

Si esto es únicamente un sueño ¿Qué importa?
Soy libre de elegir quedarme para siempre aquí.

En mi paraíso particular, el tiempo se detiene.

No hay guerra capaz de alterar mi mente.

Y entonces, sin aviso,  caigo lentamente en la humedad
Libero lentamente mis tensiones y floto en la superficie acuosa
Dejando atrás árboles rosados de algodón con frutos amarillos:
Helechos colgando cerca del río, que fluye hacia abajo

Paso flotando al lado de poderosos robles de vetustas ramas

Que van acariciando mi piel con la más dulce delicadeza

Platicando delicadamente, los pájaros cantores se ahogan entre las elegantes ramas,

Nadie les pide permiso para robarles unos segundos de su canto.
Un agradable zumbido de los insectos que rozan la superficie del agua

Inunda todo el onírico paraíso en cuestión de breves segundos.
Un pálido hilo luz de luna moteada se filtra a través de los arbustos del viejo manglar
Una brisa refrescante calma suavemente cada uno de mis movimientos.

Todo termina exactamente en el sitio en el que se originó todo este suave barullo.


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