Título: Sueño profundo
Autor: Banana Yoshimoto
Año: 2006
Género: Narrativa hispanoamericana
Editorial: Tusquets
Páginas: 176
Tres jóvenes que atraviesan un periodo difícil de su vida son las protagonistas de este bellísimo volumen de la escritora japonesa Banana Yoshimoto. «Sueño profundo», «Los viajeros de la noche» y «Una experiencia», los tres relatos que componen el libro, exploran a través de esas jóvenes los mu ndos que se abren cuando todo parece desmoronarse y sólo queda el vacío, mundos poblados por sombras que de pronto se hacen presentes en la vida de cada día
Llevaba mucho tiempo queriendo hacer la reseña de este libro porque me enamoró desde la primera página. Como ya sabéis los que nos leáis desde hace un tiempo, a ambas nos encanta Murakami, gracias a él me di cuenta que la literatura japonesa me gustaba bastante pero tenía pendiente el ampliar mi repertorio así que fui a la biblioteca, busqué entre sus estanterías y encontré esta joya.
Sueño profundo recoge tres historias cortas de tres chicas, cada una de ellas muy distinta a la anterior pero con un tema en común: El sueño y la muerte. Como literatura japonesa que es, estos temas se tratan de forma muy delicada y onírica, pequeñas trazadas sutiles que van dibujando la historia y su significado. A pesar de lo duro que es la muerte de un ser querido, en cada historia hay belleza detrás de todo esto, vemos cómo afronta y cómo afecta a cada una de ellas esta situación.
Me ha sorprendido gratamente la pluma de Yoshimoto porque era sincera, delicada, directa... Me parecía todo muy poético -cosa que con Kitchen no me pasó- y consigue transmitirte un montón de emociones a lo largo de los relatos, en mi caso casi siempre tenía un nudo en la garganta y los pelos de punta. Los personajes secundarios de cada relato ayudan a entender mejor a las protagonistas y le aportan más calidad a las historias. Mi favorito ha sido el primer relato, es con el que más me sentí identificada y ya sabéis que eso a la hora de leer se nota muchísimo.
Cuando terminé el libro me quedé muy contenta pero me supo a poco. La brevedad era necesaria, posiblemente si lo alargase se habría ido por las ramas pero no sé, noté que necesitaba un poco más. Gracias a este libro he marcado en pendientes a esta ahora, espero leer pronto El lago porque le tengo muchísimas ganas.
Y por cierto, no sé si alguno se lo preguntará o no, pero a pesar de lo triste que son estos temas no resulta deprimente. Lo trata con una elegancia y belleza propia de este género de la literatura.