...Bajó por la escalera, y, cuando se encontró afuera, sus pies se posaron en el camino enladrillado, bordeado de ortigas bífidas, que llevaba al Cuadrado a través de la hierba roja de la región. A cien pasos, la estructura gris de la máquina desollaba el cielo y lo cercaba de triángulos inhumanos.
"La hierba roja" Boris Vian