Sufjan Stevens - The Age of ADZ (2010)
No hay dos discos iguales. Hay copiones, que imitan el trabajo ya escuchado a un nivel tan tremendo que te caes de cola al escuchar ambas piezas en continuado. Pero en definitiva, si sos original, no hay dos sonidos iguales. Como las caras, como los pies.
Caemos en la paranoia de que el mundo se está terminando, no hay nada nuevo por hacer. Encima, aparece este mar de bandas que se para en formulas pre comprobadas, pasteurizadas y homologadas. Los indies dan asco porque, como un nena de 10 años, se mojan con Justin Bieber.
En el peor de los casos posibles, la dicotomía entre lo que está bien y lo que es mierda deja afuera a innovadores que simplemente no entraron en la norma necesaria para el boca en boca y la descarga, para entrar en la cancha y mostrar lo que tienen. Sufjan Stevens no es un tipo obvio ni fácil, pero la pisa y levanta la cabeza, juega con todos. Acá una muestra de que queda mucha música por desarrollar, que la búsqueda sonora todavía está viva, que Zappa no es solo un cuento para asustar a los niños.
Te puede gustar si te coparía: Beirut luchando con el minimalismo. El legado de zappa. Omar Rodríguez-Lopez si hubiera nacido en un país medio pelo de europa oriental.
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