La sudoración excesiva afecta a muchas personas, ya sea que estén sufriendo en silencio o siendo detectados por quien se encuentra a su lado.
Cuando la temperatura corporal se eleva, se produce el sudor, lo que tiene un efecto de enfriamiento por evaporación. El adulto promedio puede producir hasta medio litro de sudor por hora, sin embargo, un atleta entrenado puede producir hasta 4.3 litros de sudor por hora.
El sudor es inodoro. Sin embargo, las bacterias pueden irrumpir en el sudor de las glándulas apocrinas, que se encuentran principalmente en las axilas. Esto produce entonces un olor repulsivo.
Las zonas más afectadas del cuerpo son las palmas, las plantas y las axilas. Un dato importante es que la sudoración excesiva se produce sólo cuando la persona está despierta y se detiene durante el sueño.
Enfermedades como la diabetes, problemas en la tiroides y otros trastornos hormonales pueden aumentar la sudoración. Algunas personas con infecciones como la tuberculosis y con ciertos tipos de cáncer raros también pueden sufrir de sudoración excesiva. Muchos medicamentos han sido implicados en este trastorno y los más comunes son antidiabéticos y antidepresivos.
Algunos tratamientos alternativos para este problema son:
- Usar desodorante con sales de cloruro de aluminio.
- Iontoforesis: Este es un procedimiento simple donde se utiliza un aparato que pasa una pequeña corriente eléctrica en la zona afectada. Cuando se lleva a cabo con regularidad, esto bloquea la liberación de sudor.
- Inyecciones de toxina botulínica puede producir buenos resultados.
- Ciertos medicamentos orales pueden ayudar a una minoría de individuos.
- Cuando todo lo demás falla, el último recurso es extirpar quirúrgicamente el área problemática. Este procedimiento por lo general deja una gran cantidad de cicatrices.