Revista Pareja

Sufrir por tu exnovia es como morir de hambre parado frente a un banquete

Por Diegoserrano

Sufrir por tu exnovia es como morir de hambre parado frente a un banquete.

El mundo está lleno de mujeres hermosas.

Hace alrededor de tres semanas fui contactado por un viejo amigo, al cual tenía algún tiempo sin ver. Era un domingo al mediodía y me comentó que la noche anterior había visto a su ex-novia en una pequeña cena en casa de un amigo en común, una chica con la que duró más de 4 años de noviazgo y quien lo había dejado más de tres años atrás (por otro, para no variar).

Aunque tenía más de un año sin verlo ni hablar con él,  sabía por la última vez que nos habíamos encontrado a tomar un café, que estaba muy bien, que lo de su ex era historia muerta y enterrada, que estaba feliz haciendo su vida, enfocado en sus proyectos y que ya había salido con algunas otras mujeres.Me sorprendió que me dijera que no solo había visto a su ex, sino que no pudo dormir durante toda la noche pensando en ella y en lo que había sido su relación, que verla “le removió” todos los recuerdos y hasta se ilusionó con recuperar el contacto con ella y ver qué podía pasar.También me preguntó si era posible que aun estuviera enamorado de ella, si existía la posibilidad de que después de más de tres años la siguiera amando.Este caso, espero que les quede claro, no tiene nada que ver con el amor, no se trata de un film de romance hollywoodense, donde los dos locos enamorados que por alguna extraña circunstancia se habían separado tiempo atrás se reencuentran al paso de los años y se dan cuenta que la llama del amor sigue encendida, que nunca se dejaron de amar y que están listos para reiniciar su romance y vivir juntos el resto de sus días. No, esta es la vida real y ante lo que estamos es ante un típico caso de simple nostalgia, y también, por lo que investigué más tarde, de necesidad.Inmediatamente le pregunté si tenía pareja, o si estaba saliendo con alguien, me contó que hace ya casi un año que no salía con ninguna mujer, que había pasado por una serie de problemas laborales y por tanto también económicos bastante fuertes, lo que lo obligaron a volver a vivir a casa de sus padres y a depender de ellos en gran medida, hechos que le golpearon fuertemente en su autoestima y seguridad como hombre y como persona.Me contó que había dejado el gimnasio por no poder pagarlo, que ya casi no salía por que no tenía ni dinero ni ánimo para hacerlo y que a veces salía a hacer las compras de la casa al supermercado para ayudar con alguna labor y de paso para despejarse un poco y ver gente. Asumí que mi amigo estaba ya en medio de una depresión, quizá no tan grave, pero una depresión al fin de cuentas.Él me preguntó por qué le hacía preguntas sobre otras mujeres o su vida personal en lugar de darle un consejo sobre su ex, ya que quería llamarla. Le dije que indagué sobre otros temas para comprobar la teoría que tenía en la cabeza, la cual efectivamente había comprobado. Mi amigo se estaba auto-engañando y estaba a punto de humillarse  y sacrificar aun más del poco amor propio que le quedaba debido a la difícil situación por la que atravesaba. Ver a su ex le rememoró una época que fue buena, una época en la cual se encontraba feliz y dichoso porque tenía pareja, empleo, independencia, etc., lo que lo llevó a construirse una idealización de su exnovia (y no hay nada peor que idealizar a una ex o a cualquier otra persona), a creer que buscándola podría convencerla de volver atrás y ser la bella y feliz pareja que fueron algún día. Obviamente le recomendé no contactar a su ex, pues él no estaba viendo las cosas fríamente como yo lo hacía, él había olvidado la lección de que “quien se va, (y se da cuenta de que te quiere) vuelve sin que le llamen”. Si ella jamás dio una sola muestra de interés en más de tres años, era por algo y buscarla solo le haría más daño. Hizo caso a mi recomendación solo a medias, pues aunque no la llamó, sí preguntó a un antiguo amigo en común por ella, y éste le contó que la chica tenía novio, bastante formal y que hasta estaban pensando en casarse.Grave error, jamás debió haber indagado en la vida de su ex (en el 99.99% de los casos indagar qué pasa con tu ex no deja nada bueno), y menos en el estado emocional en el que se encontraba. Esa noticia lo único que hizo fue incrementar su depresión.Cuando volvió a llamarme y me comentó que había investigado eso sobre su ex, me dijo que le dolía saber que tenía novio, y que al verla, él había pensado que quizá ella era el “amor de su vida”, pues nunca le fue tan bien con ninguna de las mujeres con las que después salió, y que ahora con su ex por casarse, estaba condenado a quedarse solo. Como lo dije más arriba, este chico no estaba enamorado, no sentía amor, era solo nostalgia por idealización y necesidad, así que al pedirme ayuda decidí que lo necesario era hacerle ver que vivía en un mundo basto, abundante, repleto de mujeres, por lo que pensar que iba a quedarse solo era una reverenda tontería. Le invité a que programara algunas salidas donde no tuviese que gastar dinero, como salir a un enorme parque que se encuentra cerca de su casa, a la hora en la que todo el mundo sale a caminar, a hacer ejercicio o pasear al perro. Le pedí que lo hiciera con buena actitud, que se olvidara del pesimismo por un rato, que saliera a observar todo lo que hubiera a su alrededor, le dije que lo hiciera por tres días seguidos, durante dos horas al día. Después del tercer día me reuní con él y le pregunté qué tal con sus paseos, que me dijera que es lo que le había llamado más la atención y me dijo sin dudar “pues qué va a ser? Las mujeres, obvio” y sonrió, algo que imagino no hacía desde hace mucho tiempo. Me dijo que jamás había notado la inmensa cantidad de mujeres que hay en ese parque a esa hora, que a donde sea que volteara había una mujer más linda que la anterior, que se veían espectaculares en ropa deportiva, que había morenas, blancas, altas, bajas, de todo tipo. Entonces le pregunté “¿y pensaste en tu exnovia?”, a lo que me dijo “sí, un poco, la verdad, pero por momentos ni me acordaba con las hermosuras que iban pasando por ahí”, luego le cuestioné “¿y alguna era más linda que tu ex?”, y contestó “ah, claro, muchas eran más lindas”.Mi amigo, debido al bache personal por el que estaba pasando, había idealizado a su exnovia y a la relación que había tenido con ella, pues además no debemos pasar por alto que él recordó los mejores momentos de la relación, pero no aquellos donde ella lo comenzó a despreciar, a tratarlo con indiferencia, a darle prioridad a otras personas para por último terminar diciéndole que “estaba confundida y necesitaba un tiempo” para a las pocas semanas ponerse de novia de otro.Cuando lo motivé a darse cuenta de la abundancia de personas que hay ahí afuera, y de entre las cuales seguramente habría muchas con las que podría compaginar, que lo podrían valorar, e incluso lo podrían hacer más feliz de lo que fue en cualquier otra relación pasada, su perspectiva cambió por completo, y terminó aceptando, ya viendo las cosas más en frío, que quizá lo de su exnovia había sido un simple ataque de nostalgia, pues recordó que tiempo atrás, cuando salía con otras mujeres, ni siquiera recordaba a su ex.

Es obvio decir que su problema no se resolvió en esa “terapia express” de tres días, pues aunhabía otros temas por solucionar, como encontrar un trabajo, encontrar actividades personales que lo hicieran volver a su eje y centrarse en sí mismo, etc., pero sin duda fue un gran comienzo, una salida del punto de arranque que tarde o temprano lo hará llegar a la meta.Le recomendé seguir haciendo esto más seguido y en muchos otros lugares, ya que ayudaba yendo a hacer las compras al centro comercial, le sugerí que cuando fuera aprovechara para observar la inmensa cantidad de mujeres que pasean por esos lugares, no para que se vuelva un pervertido, claro está, sino para que afirme una y otra vez que vivimos en un mundo abundante en personas (en este caso de mujeres), y que interiorice la idea de que amargarse la existencia, y estancar nuestro desarrollo como seres humanos por una sola persona en particular que ya no está más en nuestra vida, es simplemente absurdo e irracional. Si estás pasando por los mismos estados de idealización, apego y dependencia de una exnovia o exnovio, te invito a reflexionar y seguir estos mismos tips, sal, mira a tu alrededor, date cuenta que estás eligiendo morir de hambre por no tener acceso a un solo platillo cuando estás enfrente de un gigantesco banquete.Fabián Brunetti.


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