Revista Opinión

Suicidio egipcio

Publicado el 01 julio 2013 por Cronicasbarbaras

Obsérvese que en los países de gran presencia islámica los imanes o los ayatolás se inmiscuyen crecientemente en la vida del pueblo para imponerle la sharia, la ley religiosa, lo que provoca periódicas protestas de minorías ilustradas o de otras creencias que terminan aplastadas, como ocurrió hace poco en Turquía, y ahora en Egipto.

La ola progresiva de fanatismo que recorre el mundo musulmán, quizás impulsada por la decepción que provocaron los dictadores militares, y saber que la calidad de vida occidental es inalcanzable sin abandonar la fe, hace que las poblaciones más ignorantes prefieran volver al medioevo.

No hay primaveras árabes. La máalabada, iniciada hace dos años en Egipto, se ha vuelto una semidictadura religiosa, camino de la dictadura total con el presidente “islamista moderado” Mohamed Morsi, democráticamente electo.

Las minorías que protestan, como denuncia Morsi con razón, van contra la democracia basada en el islam.

Sustituta ahora de los dictadores socialistas y laicistas Nasser, Sadat y Mubarak, que durante 55 años (1956-2011) no consiguieron modernizar la mente colectiva del pueblo.

Dicen las encuestas del Pew Research Center que el 74 por ciento de sus 85,6 millones de habitantes exige que la sharia, incluyendo la pena de muerte para los apóstatas, sustituya a cualquier legislación racionalista.

Hasta el 29 por ciento defiende el terrorismo yihadista contra los enemigos del islam, que para muchos fanáticos son los diez millones de cristianos coptos descendientes de los que lograron sobrevivir, desde la conquista islámica, sometidos al servil estatuto de dhimmis.

Con 5.000 euros de renta per cápita –un quinto de España--, 28 por ciento de analfabetismo, y cinco rezos diarios crecientemente obligatorios que paralizan el país, Egipto no puede progresar sino suicidarse ritualmente con los Hermanos Musulmanes y su cabeza política, Mohamed Morsi.

-----

JAMES SKINNER

¿Hacemos un trato?, Have We Got A Deal?, se titula último artículo de James Skinner en la revista Hackwriters.

James recuerda su opinión reiterada de que los dos grandes partidos españoles debían pactar para presentarse ante Europa, y ante los españoles. Algo de ese pacto se dio ya, dice en su análisis, pero a la vez el país va carcomiéndose a sí mismo internamente.

Como cada mes, el artículo de Skinner contiene sabiduría y dolor por el estado de España, que parece repetir, dice, la de los años 1930. Y todos sabemos qué pasó entonces.

-----

SALAS Clásico

Tira Salas 1761


Volver a la Portada de Logo Paperblog