El sujeto pasivo es la persona física o jurídica sobre la que recaen las obligaciones tributarias, bien como contribuyente del impuesto o como su sustituto.
Por tanto, existen dos tipos de sujetos pasivos:
- Contribuyente: cuando de las obligaciones las asume quien ha realizado el hecho imponible.
- Sustituto: fijado por la ley para hacerse cargo de las obligaciones en lugar del contribuyente.
¿Qué diferencias existen entre sujeto pasivo y contribuyente?
Mientras que el sujeto pasivo es aquel que, al generar el hecho económico gravado, está obligado a hacer frente a la obligación tributaria derivada del mismo, el contribuyente es quien en última instancia soporta la carga económica de dicha obligación.
¿Quién puede ser sujeto pasivo de un impuesto?
Pueden ser sujeto pasivo de un impuesto:
- Las personas naturales , con independencia de su capacidad.
- Las personas jurídicas a quienes las leyes atribuyen la calidad de sujetos de derecho.
- Las herencias yacentes, comunidades de bienes y demás entidades carentes de personalidad jurídica que constituyan una unidad económica o un patrimonio separado susceptible de imposición.
El sujeto pasivo en el ámbito tributario
En relación con el pago de impuestos y las obligaciones fiscales, un sujeto pasivo es la persona física o jurídica sobre la que recae la obligación de pagar impuestos. Es decir, el sujeto pasivo es la persona que genera el hecho económico para que surja la obligación del impuesto.
En el caso del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) el contribuyente y el sujeto pasivo son la misma persona. Sin embargo, en el el contribuyente es el consumidor final, el sujeto pasivo es el intermediario (la tienda o establecimiento que vende los productos) y el sujeto activo será la Hacienda Pública. IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido)
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