Director: TONINO VALERII
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Intérpretes Principales: George Hilton, Salvo Randone, William Berger, Manuel Zarzo, Patty Shepard, Piero Lulli, Marilú Toló, Helga Liné, Tullio Valli, Dante Maggio, Dana Ghia, Alfredo Mayo, Mónica Randall, Corrado Gaipa, Lara Wendel, Francesco Di Federico, Lola Gaos, Sergio Mendizábal, Sofia Dionisio, Luigi Antonio Guerra, Elisa Mainardi, Enzo Fiermonte, Anna Maria Chio, Antonio Spaccatini, Guerrino Crivello, Irio Fantini, Andrea Scotti, Pietro Ceccarelli, Jean-Pierre Clarain, Remo De Angelis, Giuseppe Marrocco, Sergio Testori
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Argumento: El comisario Luca Peretti está convencido de que hay una estrecha relación entre dos homicidios y el asesinato de una niña.
A pesar de que el asesino avisa al comisario de cada uno de sus pasos, va matando a todas las personas que podrían corroborar la hipótesis de Peretti.
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Mi opinión: Giallo coproducido entre Italia y España, que tiene como mayor virtud la elegancia formal en la puesta de escena de Tonino Valerii, un buen realizador que siempre imponía su impronta de autor en sus trabajos.
Aquí parte, como suele suceder en el simpático (sub) género, de un buen comienzo, un prólogo en verdad impactante, que hace inspirar positivas esperanzas. Más tarde, y poquito a poco, vemos que no era para tanto.
Me refiero a que, a pesar de sus evidentes positivos aspectos técnicos como la preciosa fotografía en color a cargo de Manuel Rojas y/o la banda sonora del maestro Morricone, el argumento se vuelve cada vez más intrincado, siendo oscuro tanto en su aspecto narrativo como en su fondo morboso y realmente sórdido.
Tiene dos o tres buenos momentos, curiosamente todos ellos con protagonistas españolas, como los de una Patty Shepard en uno de sus mejores papeles, corto, pero sustancioso y/o los de Helga Liné o Lola Gaos.
También tiene una escena que hoy en día sería imposible rodarla, por aquello de lo "políticamente incorrecto" como la de la niña modelo del maduro pintor sospechoso del asesinato de la niña del caso criminal que lleva un atribulado comisario, cada vez más asqueado con lo que ve, oye y presupone.
Es indudable que tiene buenos mimbres y no aburre pero podría haber sido mejor.