viendo la vida pasar, como está el pájaro que me recibe estas mañanas mientras desayuno mi porridge, así deberíamos estar todos en vacaciones.
y no con el estrés de vida que llevamos, al meno algunas, entre niños, casa y familia por todos lados (y a ser posible de la política, que nada como unos cuñados para animarte la vida)
pero es que, si con eso no tuviéramos bastante, tenemos que sumarle las actividades para que los niños no se suban por las paredes. porque tienen que aprender a aburrirse, pero al final parece que si no le ponemos remedio en primera persona, somos padres desnaturalizados que no atendemos sus necesidades emocionales.
así que, superados los campamentos urbanos «para que se entretengan» (siempre por su bien, y no para que los adultos podamos trabajar y hacer nuestros malabares a 40° más tranquilos, no), ahora que ya todos «vacacionamos», estamos inmersos en las actividades veraniegas que nuestra imaginación y la blogosfera nos proponen.
pero no queda ahí la cosa, hay afortunados que, además, tenemos la suerte de disfrutar de actividades adicionales que en algunas urbanizaciones tienen a bien fomentar. yu-ju.
padres y adolescentes voluntarios que montan festivales con coreografías que los niños han de ensayar cada tarde «cuando refresca» (eso no existe), durante todita tu estancia en la urba. ensayos a los que, por supuesto, has de acudir incondicionalmente si no quieres que tu niño sea el que sujeta el decorado, porque en general, no suele haber cielo para tanta estrella cuando de colocarse en primera línea del escenario se trata.
«pero es que el baile es esta semana y nosotros estaremos hasta final de mes, así que no será para tanto«. tranquila, que de aquí a final de mes, también hay teatro y concurso de disfraces. y no, aquí ya no eres nadie con tu gomaeva y tu pistola de silicona. ¿cómo te manejas con los leds y la máquina de coser? porque solo el cielo es el límite, y ríete tú de los decorados de Brodway, ¡principiantes!.
total que aquí estamos, agosto por estrenar, y la agenda repleta de quehaceres.
pero, a mi misma me pongo por testigo de que sacaré ratitos para mi rincón de lectura, y para ver series en inglés con nocturnidad (manías que tiene una), y para hablar con otros adultos de cosas de adultos (en el habitual Pareto de 80% de intrascendencias y 20% de tontunas varias), y para pasear en soledad (o solo pasear, aquí mi expectativa está en el semisótano), y para el blog y escribir.
Igual son un par de ratitos para casa cosa en total, pero es que es muy duro ser madre de artista.