¿Cómo elegimos la escuela infantil?
Teníamos claro que queríamos que estuviera en nuestra localidad ya que por horarios le iba a tener que llevar papá por las mañanas y le recogería yo. Además los abuelos paternos viven también la misma localidad así que si un día fuese necesario podrían ir ellos.
También queríamos un sitio cuyo trato fuera familiar, con comida casera (no catering) y cuyo proyecto educativo se basase en el juego y la experimentación. Además si entraba dentro del programa de escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid pues mejor que mejor ya que podríamos optar al cheque guardería y si aceptaban tickets guardería pues ya sería lo más :)
El caso es que como padres primerizos no conocíamos ninguna. Antes de nacer Hugo y decidir que durante el primer año se quedaría con los abuelos habíamos visto (y solicitado) una pública que nos pillaba más o menos cerca de casa pero en su día no nos la concedieron. Así que este año cuando ya nos hemos puesto a buscar en serio hemos preguntado a amigos y conocidos sobre las guarderías de sus hijos. Nos hablaron sobre un par de ellas privadas, de una teníamos una opinión buena y otra mala, de la otra solo teníamos una opinión y era buena.
Fuimos a ver esta última. Se trata de una escuela infantil que lleva toda la vida, nos pilla un poco más retirada de casa pero se puede ir andando perfectamente. Fuimos con el peque, nos parecía lo más adecuado ya que si finalmente era la elegida queríamos que hubiese tenido una primera toma de contacto. Me parece importante que antes de dejar al niño haya pasado algún tiempo allí con nosotros para que luego le resulte familiar. La escuela infantil consta de dos centros, uno para los peques (niños de 0 y 1 año) y otro para los mayores (niños de 2 años). Nos enseñaron las instalaciones de los peques: aulas de descanso, de comida, de juegos, de psicomotricidad, donde hacen teatro, música.... después pasamos al despacho de la directora para que nos contara el proyecto educativo, preguntarle dudas...
Mientras estuvimos en el despacho la directora le trajo juguetes a Hugo para que no estuviera aburrido mientras los mayores hablábamos. Nos contó que, aunque tienen que seguir las directivas que marca la Comunidad de Madrid, es decir, una especie de temario, lo siguen todo mediante juegos y música permitiendo que el niño explore. La comida era casera con menús realizados por pediatras y podíamos dejar al niño desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde. El precio no iba en función del número de horas si no el de comidas que hiciera el niño allí, osea, si el niño solo desayuna es un precio, si desayuna y come es otro, etc... Así que aunque el niño tenga horario hasta las 4, si un día tienes que llegar a recogerle a las 5 por cualquier motivo no hay ningún problema. Nos permitían y recomendaban hacer periodo de adaptación durante el tiempo que el niño necesitara. Además, para la clase de 1 año, aunque la Comunidad de Madrid les permitía tener un ratio de 13 niños por aula ellos mantenían el mismo ratio que para los niños de 0 años, es decir, 8 alumnos por aula y se dividían en dos grupos, los de la primera mitad del año y los de la segunda. Nos estuvo explicando que esto lo hacían así porque no es lo mismo el desarrollo que pueda tener un niño nacido en enero que uno nacido en diciembre ya que en esas edades unos meses suponen una diferencia bastante grande. Hugo al ser de finales de mayo y ser mas o menos de mitad de año nos dijeron que dependiendo de como le vieran a la hora de entrar le meterían en un grupo u otro. De precio es más económica que las demás (y que la pública) y cierra menos días al año que las públicas.
Nos gustó bastante lo que vimos y nos contaron. Además que teníamos una buena referencia y hablando con mi cuñada también conocía a gente que había llevado allí a sus hijos y que estaban bastantes contentos, así que decidimos matricularle allí.
¿Cómo han sido estos primeros días?
El día 1 de septiembre empezamos el periodo de adaptación, durante una semana Hugo ha hecho horario de 8 a 10:30. El primer día fue muy contento hasta que descubrió que papá no se quedaba con él. A partir de entonces no ha dejado de llorar cuando papá le lleva. Una vez allí nos han dicho que se le pasa rápido. Me lo creo, en casa es un trauma que yo entre al baño pero en cuanto su padre le da un juguete ya no se acuerda de que me he ido, jeje.
Tras una semana hemos pasado al horario completo, de 8 a 16. Al principio el niño no quería desayunar, aunque bueno, tampoco es preocupante porque esos días estuvo más mimoso y había estado tomando pecho hasta poco antes de la hora de entrada. La comida genial, se come todo sin problemas y poco a poco se va echando más siesta. Ahora hemos descubierto que lo que no quiere es biberón para desayunar, ayer le dieron papilla con cuchara y no se dejó nada :)
Para comunicarnos con las profesoras, aparte de lo que hablamos con ellas al llevarle/recogerle tenemos una agenda. Cada hoja de la agenda está dividida en dos partes, una para los padres y otra para los profes. En la parte de los padres es donde se apunta cualquier dato relevante del niño, como por ejemplo si tiene que tomar medicamentos, dosis, cada cuanto... En la parte de los profes nos apuntan como ha comido, si ha echado siesta y cuanto tiempo, las deposiciones y cualquier otro dato que ellos consideren importante.
Agenda para comunicarnos con las profes
Por lo que nos cuentan las profesoras el niño está bien y contento, cotillea por el aula a su antojo, se relaciona con los compañeros y con ellas bien, aunque al ser un niño muy dependiente (si, tenemos un bebé de alta demanda, ya hablaré de ello en otra entrada) si no hay un adulto pendiente de él cuando él quiere pues se queja, pero por lo general está bastante contento. Además las profes están pendientes de él e incluso hace un par de días cuando fui a recogerle en vez de dármele en el carro como de costumbre me le sacaron en brazos ya que me contaron que estaban intentando dormirle porque no se había echado siesta y estaba muy cansado. No se si todas las guardes funcionan así, pero me sorprendió bastante (para bien) el hecho de que le durmieran en brazos igual que hacemos nosotros en casa.
Todavía es pronto para hacer una valoración ya que solo llevamos dos semanas así que más adelante os contaremos como vamos evolucionando y si se le va pasando lo de llorar al entrar.
Y vosotros, ¿lleváis a vuestros peques a la escuela infantil?¿Qué tal se han adaptado? Podéis dejar vuestras respuestas en los comentarios.