La experiencia que ha ido acumulando durante sus muchos viajes nos han hecho ver que para ciertos viajeros, los tiempos de trayectos, sobre todo los vuelos de larga distancia se convierten para algunos viajeros como los peores momentos del viaje. No es raro que ocasionen fatigas, miedos, falta de sueño, largas horas de puro aburrimiento, incomodidades... Este tipo de trayectos se pueden convertir en un peaje que hay que pagar, sobre todo para aquellos que viajan buscando el contacto con los espacios abiertos y la naturaleza de otros continentes.
En cualquier caso, existe una serie de consejos que podrían evitar este suplicio en alguna medida. Cubrir en mejores condiciones las grandes distancias que separan el hogar del destino va a conseguir que se llegue más descansado, con mejor ánimo y humor, por lo que se comenzará la aventura con mejor disposición, dispuesto a disfrutar de la experiencia desde el primer momento.
La comodidad
A no ser que viajes en Business, algo no apto para la mayor parte de los bolsillos, el asiento suele ser estrecho, con poca distancia con los de delante, y esto no se va a poder cambiar. Sin embargo, no es lo mismo si se elige ropa cómoda, pantalones y camisas holgadas junto a zapatos amplios, ya que la altura e inactividad suele hinchar los pies. Por otro lado, se aconseja llevar una almohada para poder reposar la cabeza y echarse un sueñecito, para lo cual, además del cojín, es aconsejable ajustar la dirección y la cantidad de aire acondicionado que se recibe.
El asiento
La elección del asiento es fundamental para ganar en comodidad. Elige, siempre que sea posible, entre estos valores según tu conveniencia; Si quieres evitar el jaleo de los niños, busca sitio lejos de la parte delantera del avión, si requieres de más espacio para tus piernas, elige las filas que se ubican en la salida de emergencia, si necesitas moverte de vez en cuando, consigue un asiento de pasillo, si lo tuyo es ensimismarte viendo las nubes, elige ventana...
Los complementos
Para pasar el tiempo en el asiento de una forma más cómoda existen una multitud de objetos y complementos que conseguirán que aumente el confort durante el trayecto, desde mantas hasta antifaces o tapones para los oídos pasando por almohadas, toallitas, algún artículo de tocador...
La hidratación
Es altamente recomendable beber mucha agua antes de subir al avión, el motivo no es otro que los interiores de los aviones son muy secos, por lo que es posible deshidratarse. Hay que evitar productos líquidos azucarados, té, café o alcohol. En relación al alcohol, aunque es tentador, no hay que olvidar que produce una mayor sensación de Jet Lag, puesto que deshidrata más rápidamente. Si vas a beber, que sea agua y en grandes cantidades.
Una bolsa pequeña de acompañante
También deberás procurar tener una bolsa, no demasiado grande, con aquellos objetos que van a mejorar tu estancia dentro del avión. En ese bolso podrás meter el libro, un ajedrez magnético, el teléfono móvil...
Conciénciate de lo que vas a vivir
Un vuelo de larga duración puede ser un excelente momento para la preparación mental de lo que va a venir una vez se tome tierra. Concéntrate, relájate, libérate de tensiones y propósitos cotidianos, olvídate de todo lo que dejaste en casa y céntrate, toma conciencia de lo que quieres que ocurra, de lo que esperas que pase y de las posibilidades de que ocurra todo lo contrario. Pasa un rato divertido dentro de tu cabeza imaginando, programando, preparándote para tus vacaciones cuando el vuelo se acabe. Así mismo, si se prefiere, se pueden usar estas horas para hacer cosas que habitualmente no se hacen por falta de tiempo; leer un libro, escuchar música, iniciar el diario del viaje, ver una película guardada en el móvil...
Un poco de movimiento
Si se ocupa un asiento de pasillo será más fácil y se podrá realizar siempre que se quiera sin molestar a nadie. Sin embargo, al estar en un lugar más interior es posible que no lo puedas hacer tantas veces como desearías. En cualquier caso, es algo que hay que hacer, se deberán estirar las piernas y llevar a cabo algún tipo de masaje o ejercicio en diferentes partes del cuerpo para evitar entumecimientos y dolores. Se aconseja que cada dos horas, como mínimo, nos levantemos, estiremos y caminemos un poco por los pasillos.
En tenemos un buen número de viajes cubriendo largas distancias, pero te aseguramos que, con nosotros, no te aburrirás durante el trayecto y te asesoraremos para que lo realices lo más cómodamente posible.