La superfetación es un fenómeno poco común que se da cuando se produce la concepción de un embrión en una mujer que ya está embarazada. Son por tanto dos bebés con diferente edad gestacional que a pesar de nacer en el mismo parto, no son mellizos.
Una vez se produce la concepción, el sistema reproductor femenino deja de producir óvulos debido a que no son necesarios. No obstante, en los casos de superfetación la ovulación se sigue dando a pesar de que el periodo de gestación ha comenzado. Como consecuencia, si ese otro óvulo liberado se fecunda, la mujer gesta a dos bebés con diferente edad gestacional; generalmente se llevan tres semanas de diferencia aproximadamente.
El proceso es el siguiente. En primer lugar, la mujer ovula durante el embarazo. En segundo lugar, si la mujer mantiene relaciones sexuales, lo más normal durante el periodo de gestación es que el moco cervical dificulte el paso de los espermatozoides. Sin embargo, en la superfetación consiguen abrirse paso hasta alcanzar las trompas de Falopio. Y, en tercer y último lugar, el segundo blastocito se implanta adecuadamente en el útero, donde obtiene los nutrientes que necesita para su desarrollo.
Causas de la superfetación
La causa directa de la superfetación tiene que ver con la ovulación durante el embarazo, lo cual se debe a un fallo en el sistema de bloqueo del aparato reproductor femenino. Cuando una mujer se queda embarazada, los niveles de la hormona progesterona se elevan de forma notable, provocando con ello lo que se denomina un bloqueo ovárico. Se evita de este modo la maduración de nuevos folículos. Así, este fenómeno sucede cuando este proceso falla.
Además, para que tenga lugar, es esencial que los espermatozoides sean capaces de atravesar el moco cervical del cuello del útero, el cual tiene una mayor densidad durante el periodo de gestación. También es esencial que el endometrio esté preparado para la implantación de un nuevo embrión sin afectar al que ya está implantado.
La superfetación es más frecuente cuando se realizan tratamientos de reproducción asistida, razón por la cual los casos son más habituales en la actualidad. Se debe a la estimulación de ovarios o a lo que se denomina síndrome de hiperestimulación.
Diagnóstico de la superfetación
En prácticamente el 100% de los casos el diagnóstica se da durante un ultrasonido de rutina durante el embarazo. Es el ginecólogo el que, al hacer la ecografía, detecta la presencia de dos placentas y dos embriones con diferente grado de desarrollo. Se trata de un fenómeno relativamente sencillo de diagnosticar ya que existe una diferencia en el tamaño de ambos embriones.
Parto en caso de superfetación
Una de las principales dudas de las mujeres con este tipo de embarazos tiene que ver con lo que sucede en el momento del parto. Pues bien, lo cierto es que no se diferencia demasiado de un parto al uso. La única condición médica es que ambos bebés deben nacer a la vez. Por cuestiones de seguridad tanto para los bebés como para la madre, este tipo de partos se realizan en la gran mayoría de casos mediante cesárea.
En función de cuál sea el grado de desarrollo del bebé más pequeño, es el ginecólogo quien decide cuál es la fecha del parto.
Superfetación y embarazo múltiple
En ningún caso hay que confundir la superfetación con un embarazo múltiple ya que son condiciones distintas, a pesar de que en ambas la mujer gesta varios embriones.
La diferencia más destacada es que en la superfetación los óvulos fecundados pertenecen a un ciclo menstrual diferente. Mientras, en el embarazo múltiple, los óvulos pertenecen al mismo ciclo menstrual.
Además, en el embarazo múltiple ambos embriones tienen la misma edad gestacional, mientras que en la superfetación no ya que han sido concebidos en momentos diferentes del tiempo.
Posibles complicaciones
Este tipo de embarazo no da lugar a ningún tipo de consecuencia negativa ni complicación. El periodo de gestación se lleva del mismo modo que un embarazo gemelar. Por lo tanto, lo más importante es disfrutar al máximo de este momento y, sobre todo, seguir las recomendaciones médicas.
Casos conocidos
El primer caso conocido de superfetación data del año 1932. También en el año 1960 un matrimonio de Baltimore tuvo lo que en un inicio parecían ser gemelos. No obstante, los médicos detectaron que uno de los bebés parecía ser prematuro. Después de examinar los huesos de ambos bebés mediante pruebas diagnósticas de rayos X, determinaron que el bebé más pequeño había sido concebido dos meses después que su hermano.
No obstante, la gran mayoría de casos que se han dado a nivel global han tenido lugar en el Siglo XXI debido al auge de los sistemas de reproducción asistida.
Un estudio realizado por un equipo de investigadores canadienses publicado en el año 2005 señalaba el caso de una mujer de 32 años que se sometió a un tratamiento de fecundación asistida, debido al cual dos embriones se desarrollaron de forma exitosa. Durante el quinto mes de gestación los médicos detectaron la presencia de un tercer feto en su útero, cuya edad gestacional era de tres semanas menos que los otros dos.
Otros casos que han tenido una gran difusión a nivel internacional han tenido lugar en 2007, 2008 y 2016 en Reino Unido, Estados Unidos y Australia, respectivamente.
Conclusión
La superfetación es un fenómeno más frecuente entre algunas especies animales, como roedores o caballos, por ejemplo. No obstante, en los últimos años ha aumentado de forma notable los casos entre humanos, la gran mayoría de los cuales guardan relación con tratamientos hormonales o de reproducción asistida.