Nivel de spoilers: Alto
Ya que recientemente he hecho la introducción necesaria, hablemos ya de cómo es posible que me haya enganchado a 'Supergirl' y que encima haya provocado que me reenganche a 'The Flash' con gusto. Quién me ha visto y quién me ve...
Quitémonos de encima lo siguiente cuanto antes: ni 'Supergirl', ni Flash, y ni mucho menos 'Arrow' son buenas "buenas". De las dos primeras, las que sigo, las que llegan a cotas correctas, se puede decir que son efectivas, que de vez en cuando tienen puntos inspirados o tramas emocionantes (esto último sobretodo con Flash), y por encima de todo, que son unas adaptaciones estupendas. Pero no se puede negar que les falta algo, ¿verdad? La dirección intrascendente y las interpretaciones funcionales son esperables en estas producciones, tipo serie "mediana" de esas que ponen en laSexta, pero hay que hacer algo con esos guiones. Falta chispa y especialmente verdadera humanidad. Casi nada parece... real. Los diálogos son obvios y formularios, y las tramas siempre se mueven en una zona segura. Y por tanto, pocas sorpresas hay por el camino. Y si las hay, se suelen queda a medio gas. Prácticamente ningún riesgo. Añadamos a eso que nos lo dan todo mascadito y que las dosis de ñoñería a veces son insoportables, que más personajes de lo recomendable son sosísimos, o, por supuesto, que hay ciertas tramas con giros o resoluciones cogidos con pinzas.
Y por otro lado están detalles, quizá menores, que me sacan de quicio: tó Dios conoce las identidades secretas de estos héroes en su círculo más cercano, e incluso les ayudan activamente, habiendo siempre un hacker capaz de averiguar TODO. Y así se establece una fórmula cansina a más no poder en los episodios autoconclusivos.
Bueno. Eso en un plano general. Luego hay detalles más específicos que TAMBIÉN suelen ser comunes en las series superheroicas creadas por Greg Berlanti, pero para que esta reseña sea, en fin, de 'Supergirl', voy a centrarme en esta al 100% a partir de ahora. Y sí, primero voy a desahogarme con todo lo negativo... aunque en ello haya quizá elementos positivos que resaltaré cuando me ponga a hablar de las bondades de la serie. Que no son pocas, ojo.
- EL PILOTO
Este es quizá el mayor problema de la serie, contraproducente para sí misma, para la percepción del público. El piloto es el episodio que debe convencer a la gente de volver la semana siguiente, y en este caso es seguramente el episodio más flojo de la temporada. Formulario a más no poder, no muestra ninguna de las cosas que hacen que le haya cogido cariño a la serie. Es solo otro origen. Uno sensiblero y con una forma de soltar exposición más basta imposible. No me atrapó en su momento, y por eso no retome la serie hasta este mes. Así pues, es uno de esos casos en los que hay que animar a seguir más allá del piloto. Si acaso salvo que marca claramente el tono luminoso y clasicote de la serie, diciendo incluso lo de "arriba, arriba y a volar" y haciendo eso de abrirse la camisa revelando el símbolo del traje.
- JIMMY OLSEN, LUCY LANE Y EL ROMANCE
Que conste que todo esto podría haber sido mucho peor, pero eso no quita que sea la parte más peñazo de la serie. Y mirad, me encantan los amoríos en las series. Pero cuando un personaje es única y exclusivamente "el interés amoroso" me aburre. Y eso es lo que le pasa a esta versión crecidita de Olsen. Me da igual si Kara se enrolla finalmente con él. Porque no es un personaje, es una herramienta. Las series de esta familia tienen que mejorar eso urgentemente. Por otra parte, si bien agradezco que para la inevitable rival usasen a un personaje de los cómics que de hecho sí tiene tema con Olsen, no despierta el más mínimo interés. Encima, intentando darle algo más de chicha y queriendo demostrar que no es otra herramienta (lo es), no saben donde ponerla a la pobre: en una temporada pasa de abogada militar (o lo que sea), a abogada de Cat Grant, a abogada militar (o lo que sea) otra vez, a directora provisional del DEO un poco por la patilla. Venga, coño...
- TRAMAS QUE SE DESINFLAN
Sí, hay alguna que acaba sin explotar sus posibilidades. La relación entre Supergirl y su tía Astra prometía, podía ser una relación heroína-villana bien maja dado que a pesar de estar en lados opuestos seguían queriéndose. Peeero entonces la matan. Y bueno, abre un buen conflictillo pero nos deja sin un malo principal potente. Porque Non... Ñé. Y lo mismo puede decirse de Myriad, el gran plan de Astra y Non, que tiene un planteamiento cojonudo... pero que se resuelve al principio del último capítulo y no es realmente la amenaza final. Lo dicho, decepcionante.
- ÑOÑERÍA
Ya lo he mencionado antes, pero en serio, las cotas de cursilería alcanzadas en los discursitos motivacionales y de reconciliación pueden llegar a abrumar. Quiero decir, Supergirl desarma eso de Myriad dando un discurso por la tele sobre la esperanza. En serio. Excesivo, sin duda.
Dicho eso...
...lo acepto de buen grado. Las adaptaciones DC parecen apostar por el estilo de los años 90 en los cómics, donde todo era "oscuro", "violento" y moralmente ambiguo, donde la idea de un héroe puro e inspirador ya no valía. Eso nos toca ver ahora en las pantallas, al menos por ahora. Incluso la adaptación animada del ya de por sí crudo 'La Broma Asesina' la ha cagado estrepitosamente para lucir con orgullo la calificación R. Esta moda me parece tan triste como pueril, ya he hablado de sobra de ello. Por eso las series de Berlanti son, a pesar de sus cosas, una bendición, y 'Supergirl' es el estandarte de su filosofía luminosa.
Capítulo 8. Supergirl y Astra se dan de hostias por los cielos de National City de forma similar a como lo hicieron Superman y Zod en 'El Hombre de Acero', con planos calcados y todo. Se estrellan contra un edificio. Y Pensé con hastío "ya empezamos". Pero al instante pensé "espera. Confía en la serie". Y por supuesto, Supergirl impide que los escombros aplasten a la gente. Y ya está. Ahí está todo. La serie sabe lo que se hace, y lo que me sorprendió es que, sin haber llegado siquiera a la mitad de la temporada, yo sabía que la situación se iba a resolver como es debido. 'Supergirl', desde el primer momento, abraza la idea de BIEN ABSOLUTO que representan Superman y en este caso su prima, y la exprime hasta la última gota. La serie se adelanta a las quejas de "bah, eso es unidimensional" y explica de forma acertadísima porqué DEBE ser así y porqué eso no resta humanidad a personajes como estos. Es una serie para niños y adolescentes nada compleja, pero demuestra constantemente una sorprendente inteligencia y honestidad a la hora de defender la necesidad de superhéroes de este estilo. A diferencia de Flash (y repito, ahora también me mola esa), aquí veo un tema sólido e interesante que convierte a Supergirl en la mejor protagonista de este multiverso iniciado por 'Arrow', y ese es el gran hallazgo que hace que la serie sea entrañable y que este enfoque del heroísmo termine de dar en la diana: Kara Zor-El, o Kara Danvers, es maravillosa.
Totalmente humana, con sus dudas, debilidades, y cabreos, sin dejar de ser la bondad personificada en ningún momento. Es un personaje definido por completo, con conflictos en los que entendemos cómo le afectan y con respuestas emocionales siempre adecuadas al personaje. En un grupo de series que suelen resultarme artificiales, ella, la chica imposiblemente buena y superpoderosa parece... real. Me creo a Supergirl. Y de eso tiene casi toda la culpa Melissa Benoist. Ya dije en el post de hace unos días que esta Kara une tanto elementos de la propia Supergirl como de Superman, y Benoist triunfa en ambos frentes. No estoy diciendo "oh, madre mía, dadle un Emmy", pero se come vivos a todos los actores de este grupo de series. Y sí, voy a caer en lo fácil: la Supergirl de Benoist es la que merecería el Superman de Christopher Reeve. Ambos se las apañan, sin aparente dificultad, para dotar de credibilidad unos papeles mucho más complicados de lo que se podría pensar. Benoist no cae en ninguno de los lugares comunes de sus contrapartidas en las otras series, transmite emociones genuinas y logra que Kara sea una chica normal, entrañable y timidilla (hay algo del Clark clásico aquí, incluidas las gafas, pero no tanto como para que parezca un disfraz y no su verdadera personalidad), pero también la figura heroica, compasiva, y llena de confianza que uno espera. No se hacen distinciones, no cambia de personalidad, son solo diferentes facetas del mismo personaje. Un personaje que, como decía no es solo "Superman en chica", sino Supergirl, y eso conlleva matices propios. Kara es más joven que Clark, llegó después que él... y es una chica. Dificultades añadidas que proporcionan un elemento narrativo de "estar a la altura". Ser tan buena como Superman, demostrar que su presencia es tan necesaria como la de él, y romper prejuicios sexistas, convertirse en una heroína hecha y derecha a la que todos respeten fuera de la sombra de su primo. Si además tenemos en cuenta que Kara, a diferencia de Clark, recuerda y echa de menos Krypton y no siente que la Tierra sea su hogar tanto como él, añade más posibilidades dramáticas al personaje bastante bien aprovechadas. La verdad, es un gustazo que lo mejor de 'Supergirl' sea Supergirl. Y los mayores exponentes de la fortaleza de personaje y actriz son los capítulos 7 y 16. En el 7, Kara sin poderes, un clásico. Pero se usa para profundizar, para mostrar su sufrimiento al no poder ayudar a la gente y, sobretodo, para mostrar de qué pasta está hecha, de dónde nace su verdadera fuerza y porqué es necesaria y un ejemplo a seguir. Un capitulazo. En el 16, otro clásico, Kara se vuelve mala. Y van en serio con el concepto, no se limitan a ponerla sexy (porque las "chicas malas" siempre están más buenas... un tópico muy tóxico que aquí se trata con bastante inteligencia) y hacer trastadas como Reeve en 'Superman III'. Kara asusta y hiere a sus seres queridos y daña su reputación ante toda la ciudad. Es cosa seria, y una vez recuperada se deja claro que las cosas no van a volver a la normalidad así como así. Poca broma con el momento en el que Kara se derrumba al volver en sí, siendo consciente de todo lo que ha dicho y hecho. Si hay un momento en el que la serie parece tener nivelillo, es ese, y es gracias a Melissa Benoist.
En cualquier caso, el episodio es más de lo que uno esperaría, y no es la única vez que la serie me sorprende para bien en sus tramas.
Y es que en vez de estirar o dar mil vueltas a argumentos que uno sabe cómo van a acabar antes de que empiecen, la serie suele (suele) atajar rapidito, sin hacernos perder el tiempo, o mete algún giro bien pensado. O ambas cosas. Ojo, que tengo que hablar de la gran sorpresa de la temporada. He de hacerlo.
He de hablar de "Hank Henshaw". Henshaw en los cómics es el Superman Cyborg (una larga historia). Es malo. Así que cuando en los primeros episodios nos lo pintan como alguien de quien sospechar, todo parece bastante claro y solo queda la laaarga espera hasta que se le descubra. No se parece en nada a Superman, es un señor negro, pero da igual, el caso es que seguramente sea un cyborg. Entonces, tan solo en el capítulo 7 (volvemos a ese bendito episodio), empieza a revelar su historia. "No soy Hank Henshaw. Él está muerto". Hala. A ver entonces. Sigue hablando, y yo abro los ojos como platos. ¿Es posible? ¿Será...? ¿Será...? OH, SÍ. Es un metamorfo, el último superviviente de Marte, es...
J'ONN J'ONZZ, EL PUTO DETECTIVE MARCIANO. Con dos cojones. Y estamos hablando de personaje principal en la serie, ¿eh? Locurote. Y no es que le conozca demasiado, pero siempre me ha transmitido sensaciones muy positivas, y verlo adaptado con tanto mimo y sin una pizca de vergüenza es maravilloso. La presencia de J'onn y el hecho de que sea un personaje bien tratado revela otras virtudes de la serie.Para empezar, me gusta la relación entre él, Kara y la hermana adoptiva de ella, Alex. Me creo a estos tres y el vínculo que la protagonista tiene con los otros dos. Que me gusten los personajes debería ser básico, lo sé, pero con estas series nunca se sabe, así que considero una sorpresa positiva que un personaje tan soso como Alex llegue a importarme.Y luego está Cat Grant, el único personaje del "Arrowmultiverso" que me parece gracioso (no, Cisco no me dice nada) y cuyo rol de "mentora borde que en realidad se preocupa" me funciona muy bien.
Por otro lado, que adapten tan bien al Detective Marciano prueba la aceptación de todas las locuras del universo DC de la que hace gala la serie, con una confianza similar a la de Marvel Studios (aunque los resultados sean muy inferiores). Jimmy Olsen con su reloj de señales, una referencia muy velada a Lobo, el anillo de la Legión de Superhéroes en la Fortaleza de la Soledad de Superman, Fort Rozz lleno de aliens, incluida Índigo (Brainiac 8), un divertido crossover con Flash para explicar el multiverso, y villanos descaradamente camp que, la verdad, me molan mucho. La mencionada Índigo, Livewire y sobretodo Silver Banshee son tan cutres y exageradas que me lo paso pipa. A la última encima se molestan en introducirla con mucho acierto en su identidad civil en episodios previos. Por otro lado está Maxwell Lord, que aquí es un claro Lex Luthor de marca blanca... y oye, ni tan mal. En ausencia de un Luthor decente en imagen real ahora mismo, este llena el hueco. Porque además es el Luthor chulo, calculador y que se cree el verdadero héroe, la versión que más me gusta. Encima Lord parece tener un lado bondadoso que lo convierten en un antihéroe al que vale la pena prestar atención.
Y creo que poco más queda por cubrir, creo. 'Supergirl' no es una gran serie, creo que está claro. Pero como fan de Superman, y ahora de Supergirl, me parece una serie que acierta de lleno en lo que debe, darnos un producto optimista, tierno, esperanzador y de pura fantasía DC. Le he cogido mucho cariño y estoy deseando que llegue la 2ª temporada, ahora en la misma cadena que el resto de series de la familia para que podamos ver cosas como estas de forma más habitual...