Al margen de la línea editorial de la revista, que es absolutamente respetable y puede suscribir los postulados de una izquierda más radical, no está bien llamar gilipollas a quienes, juntos, obtendrían una mayoría absoluta amplia en el hemiciclo, porque es tanto como calificar así a la mayor parte de la población que acudió a las urnas. Técnica, por otra parte, ampliamente utilizada por el progresismo militante, y que consiste en descalificar sistemáticamente a quienes tengan ideas contrarias a las -como no- políticamente correctas que son las suyas.
Alberto Garzón, más conocido por ser hermano del prestigioso economista Eduardo Garzón, lo resumía con brillantez en su paso por El Objetivo de La Sexta, afirma: “Una persona que roba, una persona que extorsiona, que utiliza los fondos públicos para beneficio privado no puede ser de izquierdas. Un delincuente no puede ser de izquierdas”. Perversa conclusión a la que se puede llegar sin gran esfuerzo: Todos lo delincuentes, necesariamente, han de ser de derechas.
Dicho por D. Ramón Cotarelo sobre Rajoy: “Ni a Hitler ni a Stalin los declararon personas no gratas http://www.msn.com/es-es/noticias/otras/mariano-rajoy-ni-a-hitler-ni-a-stalin-los-declararon-persona-non-grata/ar-BBpWaOV?li=BBpm69L&ocid=SK2MDHP … Es que, comparados con usted, no lo eran”. La razón por la que los ediles gallegos la tomaron contra el actual presidente del gobierno en funciones, no fue otra que un desacuerdo sobre el funcionamiento de una fábrica de celulosa. Se conoce que matar algunos milllones de judías es irrelevante, para el Sr. Cotarelo, en comparación con la aactitud fascista de D. Mariano (que no es santo de mi devoción) sobre la industria pontevedresa.