Revista Cultura y Ocio

Superka.

Publicado el 21 junio 2015 por Beatriz68

    Katherine, la graciosa niña pecosa, sabe hace tiempo que tiene un "don". Katherine puede ver con antelación la muerte trágica de personas en algún modo relacionadas con ella, como accidentes sufridos por alguna vecina, o por una compañera de colegio. 
    A los 14 años tiene una visión horrible: el suicidio de su hermano. Está tan asustada que no es capaz de decir una sola palabra acerca de ello. Al día siguiente su hermano aparece ahorcado. Katherine  queda traumatizada y permanece muchos años recluída en casa de sus padres. Apenas sale, y cuando lo hace, todos creen que es un chico pues siempre viste pantalones y lleva el pelo muy corto. Es educada sólo por sus padres, unos padres sabios que luchan por los derechos de las mujeres, leen y hacen deporte. De este modo Katherine se convierte en una joven moderna, libre e independiente; atlética y estilizada.  
    Como nos pasa a todos, llega el día en que Katherine se marcha de casa. Quiere ser actriz. Ese día su padre le regala una estatuilla de madera con la forma del premio "Oscar" de cine. En las manos sujeta una llave en lugar de una espada.- Úsalo cuando te lo exija tu "don" - le dice antes de besarla .

    El tiempo ha pasado y Katherine se ha convertido en una actriz famosa que ha sido premiada con un "Oscar". Sigue utilizando pantalones, unos graciosos sombreros, vive sola, ama y es amada en secreto. Sí, hablo Spencer , su siempre compañero, ese hombre bonachón, algo gordito y con el pelo blanco. El mismo que un día en el plató de rodaje aparta a Katherine del bullicio para susurrarle un chisme que corre por Hollywood: "Algo le pasa a Marylin".

     Marylin, la rubia más imponente de Hollywood. La de los ojos seductores y los labios más sensuales. 
    Katherine , una vez en casa, piensa en ella. Y una vez más su "don" se pone en acción. Ella  apenas la conoce, pero la ve no como la "sex-symbol" descarada y deseada por todos, sino como la niña frágil que en realidad es. La niña explotada hasta la extenuación por la gran maquinaria de hollywood. Metida en terrenos peligrosos: Se sabe, se dice, se rumorea que el Presidente de los Estados Unidos de América es su amante.
    Como decía, el "don" de Katherine la avisa, y ésta abre la vitrina donde guarda sus dos "Oscars" y coge el más pobre y tosco, pero más valioso, el de madera.

    Conduciendo despacio para no llamar la atención, llega a una bonita casa. La rodea. Es agosto,pero no hace calor, así que las ventanas están cerradas. Katherine  se dirige a la puerta de entrada. Coge la llave que sujeta la estatuilla entre sus manos y , maravillada, ve que encaja en la cerradura. La gira, empuja, y entra. Busca por la casa. Allí está, en su dormitorio, hecha un trapo, rodeada de tubos de pastillas...pero consciente. Katherine suspira aliviada. Acerca el "Oscar"  a Marylin a la vez que pronuncia unas palabras: " Mira esta estatuilla. Puedes conseguirla siendo libre, con tu esfuerzo y tu talento. Por ti misma." A continuación la habitación  se llena de una cegadora luz azul. Marylin se incorpora abriendo muchos los ojos y empieza a devolver.

De madrugada la policía llama a la puerta de Marylin, ante la expectación de un montón de periodistas con sus cámaras listas para disparar. Porqué llega la policía y quién avisa a los periodistas nadie lo sabe. Lo cierto es que todos se sorprenden cuando Katherine y Marylin abren la puerta con dos magníficas sonrisas.

    

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