Sin ninguna duda, podemos decir que Superman es el mas universal de los superhéroes. Puedes preguntar a cualquier persona con la que te cruces, y seguro que te lo describe y, posiblemente, conozca su planeta de origen. La creación de Jerry Siegel y Joe Shuster, se ha convertido en un arquetipo del que han bebido cientos de fuentes a la hora de crear un superhéroe, además de ser el ejemplo de lo que significa ser un héroe: Altruismo, responsabilidad…Se diría que, exceptos Spiderman, pocos están a su altura en cuanto “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Desgraciadamente, atrae mas a lectores veteranos que a adolescentes que continúen comprando cómics. Porque de eso se trata, al menos para las editoriales. Y, claramente, DC y Marvel están perdiendo terreno. Saben que pierden no solo lectores veteranos, sino que no consiguen atraer a nuevos como antaño. Normal; Ahora cualquier adolescente tiene un abanico de posibilidades casi infinito en lo que a ocio se refiere. Además, los superhéroes no son “hot”; Ellos/as tienen a sagas como Crepúsculo, productos de marketing y masas, donde los protagonistas lucen abdominales y poses, además de un erotismo que hace las delicias de muchos (no solo de quinceañeras, por cierto).
¿Qué hacer en este caso?; Volver a narrar el origen de Superman, ni mas ni menos. La portada habla por sí sola:
J. Michael Straczynski y Shane Davis, nos cuentan como sería Superman, si hubiera nacido en los noventa.
J.M.S., sabe que todos conocemos el origen del personaje. Y quiere cambiarlo, aunque siente el peso de los años. Así que muestra lo mismo pero cambiando algún que otro dato. Sigue siendo adoptado por los Kent, pero tenemos desde el comienzo dos puntos importantes; Por un lado, el símbolo que acompaña al personaje desde el principio y, por otro lado, la introducción de ciencia ficción con la nave en la que llega nuestro protagonista. Muy peliculera la llegada de helicopteros y vehículos varios al lugar del impacto. Luego, claro está, instalación secreta donde intentan descifrar la tecnología alienígena. Pero vayamos por partes.
Recomiendo leer el capítulo Superhéroes y filosofía dedicado a Superman. Se entenderá mucho mejor al personaje y sus motivaciones. J.M.S., nos muestra no solo a un superhéroe con habilidades sobrehumanas, sino al mejor de los humanos posible. El kriptoniano nos supera a todos por varios cuerpos, tanto intelectualmente como en capacidades físicas. ¿Por qué dedicarse entonces a una vida de sacrificio?; Ese parece ser el mensaje del inicio de la historia, la mejor sin dudarlo. Con flashbacks y el presente, veremos que es lo que busca Clark Kent. Caracterizado como un veinteañero, deberá no solo decidir con su vida de adulto, sino el camino a elegir.
Clark Kent, el disfraz de Superman
No hay duda de que J.M.S., explota en esta revisión lo que muchos pensamos; Superman es Kal-El, y Clark Kent la identidad que solo sirve para pasar desapercibido entre nosotros. El alienígena que se hace pasar por nosotros, aunque solo se siente cómodo cuando abandona las limitaciones autoimpuestas. Desde el comienzo, iremos viendo como los problemas de indefinición del personaje, se evaporan al decidir tomar su legado y convertirse en el superhéroe. De ahí que esa S vaya apareciendo a lo largo del cómic hasta que por fín la toma como suya. Acepta su destino y, justamente en ese momento, se aleja realmente de los humanos. Se convierte en protector de la tierra y sus habitantes.
J.M.S., consigue una historia mas correcta en el fondo que en la forma. Se equivoca al introducir el elemento motivador para que Superman aparezca y se presente al resto de la humanidad. Solo por eso, merece un tirón de orejas. Pero la historia es mucho mas y mas agradecida con el lector de lo que parece. Con ese ritmo lento y lleno de momentos reflexivos para los personajes, va mostrando ese cambio del protagonista, que se refleja en una conversación final con un personaje que vimos al inicio. Esa es la verdadera historia, adornada por el conflicto mostrado. Y ahí acierta el guionista. Nos guste o no, ese tipo de conflictos gusta a las nuevas generaciones, donde los héroes parecen inadaptados y llenos de conflictos interiores. De forma mucho mas suave e inteligente que esos “culebrones modernos”, J.M.S. nos muestra un camino distinto y a la vez conocido, que llena de obstáculos que entorpecen la lectura, pero que logra el objetivo con creces.
Shane Davis, por su parte, se recrea en las viñetas donde aparece Superman, consiguendo bonitas poses pero poco efectivas. Algunas veces, ni bonitas, con rostros inexpresivos y una sensación de estar delante de una imagen congelada mas que en movimiento. Curioso que eso ocurre mas con la aparición de Superman; En el resto del cómic consigue una buena dinámica y composición de página.
Un guión un tanto facilón a ratos, un dibujo a veces discreto…y aún así engancha. Te entretiene. El motivo no es otro que la estructura de la historia, en la que la evolución del personaje va a la par de la historia y, aunque todos sabemos que terminará por ponerse la S en su pecho, te imaginas los escenarios posibles mostrados en las primeras páginas. J.M.S., va destilando información poco a poco, lo que hace que no puedas dejar a medias la lectura y abandonarla totalmente. Superman: Tierra Uno, es hijo de su tiempo, y no nos debe extrañar que las editoriales busquen relanzar a sus personajes y que lleguen a nuevos lectores.
En definitiva, un tomo que puede ser un buen regalo para las nuevas generaciones de lectores.
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