¿Sois supersticiosos? ¿Creéis en el destino? ¿Algo que creáis a pies juntillas por el simple de hecho de haberlo oído desde que tenéis uso de razón? Venga soltadlo, que no se diga. Hoy me confieso ante vosotros y os cuento alguna de las supersticiones que tengo, que es lo que significan y, otras que he encontrado por la red, las cuáles me han parecido dignas de mención. No hay día que no lea el horóscopo. Incluso mi madre, cuando la predicción es increíblemente buena, me llama por teléfono para leérmelo y decirme: niña, mira lo que te dice hoy el horóscopo. Rizando el rizo os diré que si me dice algo negativo, busco otro que me guste más. El horóscopo siempre tiene que ser a mi favor, sino no vale. Tristezas ya tenemos en el telediario a diario como para que los astros se confabulen y me hundan el día. ¡De eso nada! Una de las cosas que me acompañan a diario es una hoja de laurel que llevo en la cartera. Dicen que "consigue" que se cumplan todos tus deseos. Para que haga "efecto" tiene que regalártelo otra persona, con la mejor de sus intenciones y buenos deseos hacía ti. Mi madre de nuevo vuelve a ser artífice en este caso, de una de mis supersticiones. Alguno se ha cumplido, no sé si será por el laurel o fruto de la casualidad.
Entre los que he encontrado por la red, algunos si que los conocía desde hace tiempo y otros, me han sorprendido por su significado Cruzarse con un gato negro. Los egipcios pensaban que los dioses se reencarnaban en gatos, de ahí su adoración por estos animales. Incluso cuando morían los momificaban como a cualquier otro miembro de la familia. En el S XIII cambian las tornas y se les empieza a considerar la reencarnación del diablo. Todo ello por tener el color de la noche, de ahí su mala fama. Si se aleja de nosotros trae mala suerte, pero si viene hacia nosotros nos traerá la mejor de las dichas. Esto último lo desconocía.
Apoyar el bolso en el suelo. Me lo dijo mi amiga Gissela hace años y nunca más he dejado un bolso en el suelo por si acaso. Según su explicación, el poner el bolso en el suelo trae pobreza y desdicha a la persona propietaria del bolso. El número trece, el número de la mala suerte por antonomasia. Los supersticiosos de pro ni lo nombran. Suelen denominarlo como 12 + 1.
Si te pica la palma de la mano derecha, eso es que vas a recibir dinero. A más de uno le ha tenido que estar picando la palma de la mano de una manera horrorosa en los últimos tiempos.
Ponerse una prenda del revés significa que algo nos van a regalar.
Cuando nos pita el oído puede significar dos cosas. Si es en el oído derecho es que están hablando bien de ti, pero si es el izquierdo lo más probable es que te estén haciendo un "buen traje a medida".
Abrir un paraguas dentro de una casa, poner el pan del revés encima de la mesa o romper un espejo nos garantizan el mal fario por lo menos durante unos cuantos años.
Y vosotros ¿conociáis estas supersticiones o creencias? ¿Creéis en estas cosas o por el contrario pensáis que son una soberana tontería? La buena suerte ¿viene porque sí o tenemos que ayudarla a que nos visite?
¡Hasta pronto!
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