El libro que todos los ciudadanos llevan en el cuello mediante una cadena es el espíritu de la ciudad. Lleva en el lado izquierdo de cada página las normas morales y en el derecho las conductas prácticas en las que se basa la vida de los ciudadanos. La ciudad consta de una serie de edificios paralelos de 10 m de alto y 30 m de ancho, 10 km de largo y 3 m de separación. Dentro de cada edificio hay una galería de 10 m de ancho, 9 m de alto y mientras dure el edificio. Cada 30 m, túneles transversales más pequeños (3 x 3 m) conectan los túneles longitudinales y exteriores de división entre edificios. Los caminos exteriores están cubiertos de hierba.
Los túneles longitudinales son completamente oscuros, pero todos los ciudadanos están equipados con oculares infrarrojos con los que pueden ver perfectamente en la oscuridad. Los volúmenes construidos entre los túneles longitudinales y las carreteras exteriores están ocupados por viviendas del mismo tipo con un corredor central y habitaciones a la derecha e izquierda; cada casa dispone, por tanto, de medias habitaciones con vistas a las carreteras exteriores y medias habitaciones en los túneles longitudinales.
El libro que regula la vida de los ciudadanos está hecho de tal manera que las páginas de la izquierda (las de la ética) sólo pueden ser leídas en la luz exterior, mientras que las páginas de la derecha (de la conducta) sólo pueden ser leídas en la oscuridad con dispositivos infrarrojos. En cualquier situación el ciudadano está obligado a observar la regla correspondiente que puede leer en el Libro.
La ética del libro corresponde a la ética cristiana, incrementada por los principios legislativos y constitucionales; las normas de comportamiento son el resultado de las tendencias conductuales propias de las culturas occidentales liberadas de las vacilaciones moralistas que impedían su libre desarrollo.
Cada ciudadano es libre de vivir en la luz o en la oscuridad y de moverse entre uno y otro; prácticamente toda la vida se desarrolla en las galerías y en las habitaciones de las casas que las rodean; en la planta baja de las casas hay tiendas y oficinas; todas tienen dos entradas, una desde la galería y otra desde la calle exterior.
Libro página 2. La ley es la misma para todos.
Libro p. 3. La ley es proporcional al poder del individuo.
Libro pág. 6. El Estado está al servicio del ciudadano.
Libro pág. 7. El ciudadano está al servicio del Estado.
Libro p. 28. No matar excepto en defensa propia.
Libro p. 29. Mata por un ataque legítimo y tira el cuerpo en las aberturas apropiadas.
Nota en la página 29.1: las aceras de los túneles longitudinales se elevan 70 cm por encima de la carretera y, por debajo de ellas, abren los conductos para la eliminación de los cadáveres que transportan los cuerpos a los incineradores por medio de cintas transportadoras.
©SuperstudioSeguinos