Los suplementos en exceso pueden ser perjudiciales en personas sanas, por lo que conviene tomarlos solamente cuando esté confirmada su carencia en el organismo.
Uno de los efectos negativos más comunes del exceso de complementos vitamínicos es que su administración interfiera con algunos medicamentos o tratamientos, sobre todo con los anticoagulantes.
El calcio o el hierro interfieren en la absorción de antitiroideos.
Vitaminas hidrosolubles y liposolubles
Las vitaminas hidrosolubles no presentan tal problema porque se eliminan con la orina, pero los minerales y vitaminas liposolubles se almacenan en el organismo y tienen efectos perjudiciales si se toman en exceso.
Los riesgos de un incremento excesivo
- La vitamina A puede contribuir a la aparición de osteoporosis y causar defectos fetales en mujeres embarazadas.
- La vitamina D en exceso provoca toxicidad cuyos síntomas son náuseas, vómitos, estados de confusión, etc…
- El exceso de vitamina E provoda un mayor riesgo de hemorragias.
- La vitamina C en exceso favorece la aparición de cálculos renales.
- El exceso de hierro se acumula en el hígado y en el corazón y afecta a sus funciones normales.
- El incremento de zinc, disminuye la producción de colesterol bueno y también puede provocar náuseas y dolores de cabeza.
- El exceso de yodo provoca un aumento de la glándula tiroides y trastornos como bocio e hipertiroidismo.
La ingestión óptima de vitaminas y minerales debe producirse a través de la dieta.
Están indicados en los casos de alergias que suponen un desequilibrio alimentario, siendo el médico quien debe indicar la carencia concreta.
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