
Cuando están en modo de senescencia, los vasos sanguíneos producen moléculas inflamatorias que se convierten en objetivos de células inmunes llamadas neutrófilos. Aunque se cree que son los primeros en responder del sistema inmunológico, el estudio muestra que los neutrófilos llegan a la retina más tarde para ayudar a limpiar y remodelar los vasos sanguíneos dañados. Lo hacen a través de un mecanismo celular no convencional de liberación de trampas extracelulares de neutrófilos (o NETS) compuestas por su propio ADN en los vasos sanguíneos enfermos.
En términos generales, los resultados de este estudio implican que la destrucción de los vasos sanguíneos senescentes conduce a una remodelación vascular beneficiosa. Por lo tanto, el estudio proporciona información sobre la función general de las células endoteliales y cómo predisponen a las poblaciones mayores a complicaciones como infarto de miocardio, aterosclerosis y accidentes cerebrovasculares.