El despertador suena a las 8:00 horas. Aseo y preparar las mochilas. El check in hay que hacerlo antes de las 10. La intención es ir a ver los templos en tuc tuc y seguir de compras. Esta noche toca coger un tren nocturno para regresar a Delhi.
Después de hablarlo, decidimos ir de compras y estar tranquilos. Los templos que hay en Varanasi tampoco tienen mucha importancia y ya hemos visto muchos y preciosos templos.
Terminamos mochilas y bajamos a las 9 a desayunar.
Hoy pedimos Ángela huevos fritos y los demás sándwich de tomate y queso, tres tés masala y un café con leche. Nos sabe muy rico todo. Subimos a por las mochilas y pagamos las habitaciones. En total con los desayunos de los dos días y las 3 noches nos sale por 8.970Rs.
Salimos al fuego de la calle. Íbamos a ir por los ghats, pero decidimos callejear para tener más sombra y descubrir las callejuelas. Hacemos fotos, nos paramos en las tiendas, compramos,...
Por todas partes venden la semilla sagrada de la India, la Rudraksha.
Rudraksha:
Es una planta cuyas semillas se utilizan tradicionalmente como cuentas para orar en el hinduismo y el budismo. Las semillas se utilizan para fabricar joyería orgánica. Uno de los usos más comunes es hacer malas o yapa malas (rosarios) enhebrando 108 semillas y sirven para recitar mantras.. El número 108 es una cifra mística, ya que se considera un perfecto dígito de tres cifras, múltiplo de tres, cuya suma de sus dígitos es igual a 9, que es tres veces tres. Además de las 108 cuentas debe haber una cuenta adicional, que se llama bindu (gota). La yapa mala siempre debe tener una bindu.
Cuenta la leyenda que el dios Shiva, mientras bailaba su danza tándava de contemplación y regocijo, viendo los sufrimientos y penurias de los seres humanos comenzó a llorar. Sus lágrimas, al entrar en contacto con la tierra, se transformaron en las semillas de rudraksha.
Los malas pueden ser también de cuentas de madera. En los mercadillos vemos además pulseras y semillas de rudraksha sueltas. Las hay de muchos tamaños.
Volvemos a cruzarnos con una fiesta de mujeres previa a la boda que habrá esta noche. El sonido y ritmo de los tambores es siempre el mismo. Ya distinguimos por la música si se trata de una fiesta pre boda.
Se nos acerca una chica muy joven con un bebe en brazos. Nos enseña un biberón vacío y nos pide leche. Nos dice "no money, no food, only milk", levantando el biberón y señalando una tienda. Preguntamos al tendero y rápidamente nos saca una caja de leche en polvo que cuesta 175 Rs. La compramos y se la damos. Somos conscientes en todo momento que esto es una "scam" (estafa india).
La estafa en este caso consiste en una mujer (mejor si es delgada de pechos flácidos) que le "cuida" a una familiar el bebe (o lo alquila), a veces lo drogan para que no llore y parezca enfermo. La estafa en realidad la organizan los tenderos, que se compinchan con estas señoras, y que serán los que más se lucren, pagandole a ella una pequeña comisión. Cuando te marchas, ellas regresan a la tienda devolviendo la caja de leche en polvo y él la da unas rupias. Y a esperar a que pase otro turista al que hacerle lo mismo.
Queremos creer que de alguna manera algo le llegara a ese niño y por eso lo hemos hecho, pero después de investigar un poco por internet te das cuenta que realmente al que le va el dinero es al tendero. Una hora más tarde por la zona turística de los ghats vemos a unas cuantas haciendo lo mismo. Hay que tenerlo claro y decir NO, y en todo caso si quieres, dar alguna rupia que la vaya a ella directamente.
Aprovecho esto último para comentar también que no debemos dar NUNCA caramelos ni dinero a los niños. El otro día en Khajuraho presenciamos una escena bastante lamentable. Una turista dio un caramelo a un niño y no sabéis la tangana que se organizó. De repente aparecieron unos cuantos niños y niñas que empezaron a pelearse por ese caramelo. Pero hasta tan punto, que los golpes que se propinaban eran tremendos. La turista en cuestión se quedó tan sorprendida, que estoy seguro que no volverá a dar un caramelo más. Los niños tienen que estar en la escuela y los adultos trabajando. Pero se están acostumbrando a ganar dinero fácil a costa de dar pena a los turistas.
En India las organizaciones sociales funcionan muy bien. Si queremos ayudar, hacerlo a través de ellas y nunca directamente sobre la población, pues creamos el efecto contrario. En varios viajes algunos guías nos cuentan que los niños empiezan a tener problemas de caries, algo que antes no existía y todo gracias a las "chuches del turista". Solo piensa que somos millones de turistas moviéndonos por el mundo, si cada uno damos un caramelo...
En este viaje por ejemplo, cuando estuvimos en Cochin, las redes de pesca chinas, es algo tan fotogénico que ya no las utilizan para pescar, como han hecho durante cientos de años. Ahora saben que pueden sacar dinero fácil a costa del turista. O en Sri Lanka los pescadores famosos sobre los palos, que ahora hay verdaderas mafias a la caza de los dólares del turista.
Tenemos que ser conscientes de que nuestro paso por los lugares, están haciendo cambiar hábitos y costumbres que en nada ayudan a la gente. Porque alguien puede pensar e incluso decir, que es lógico que cambien cosas por buscar sus gentes un sustento mejor y a esto se llama prosperidad. Y nada más de acuerdo en el planteamiento, si fuese así. El problema es que solo se lucran unos pocos oportunistas a costa de utilizar a muchos terceros para hacer el paripé ante los turistas.
Vemos también un restaurante que se llama New Baba Restaurant que muestra en la entrada unos carteles presumiendo hacer las mejores tortillas de patata de toda la India. Sera verdad? No las hemos probado así que no opinamos.
A las 13:30 horas cansados por el calor y callejear, pensamos en volver a la Guest House y esperar allí tranquilamente a que se haga la hora de irse a la estación de trenes.
Pero antes tomaremos nuestro último lassi en Varanasi. Que rico nos sabe.
Nos vamos paseando por los ghats, aceleramos porque el calor se hace insoportable.
Llegamos a nuestro remanso de paz. Necesitamos agua para reponernos y nos tiramos en los sofás para esperar. Menos mal que tenemos wifi. Yo me siento a escribir el blog fuera tranquilamente.
Tenemos baños con ducha, así que de extranjis nos damos una ducha para refrescarnos. A las 17:30 horas nos despedimos de la gente del Guest House, nos hacemos unas fotos en el jardín y salimos ya con las mochilas a comprar pan de molde y zumos para desayunar mañana.
Cogemos un tuc tuc y nos vamos a la estación de Manduadih. Tardamos 50 min.
Hay que tener cuidado porque en Varanasi hay 2 estaciones de trenes, Manduadih y Varanasi Junction, que es la estación principal.
Al poco de llegar aparece nuestro tren, pero si falta una hora para salir!!! Tenemos que andar bastante hasta nuestro vagón, vamos en el S9 y el tren tiene más de 30 vagones, es larguísimo.
Buscamos nuestras literas y nos sentamos en las de abajo. Sacamos el revuelto de frutos secos y nos hacemos unas tostadas con chorizo. A las 19:35 horas, con puntualidad británica se pone en marcha el tren.
Pasa la policía y nos dice que cerremos las ventanas, que tengamos cuidado porque cuando el tren está parado pueden robarnos por las ventanillas. Les hacemos caso y tomamos precauciones. Pasa policía muy a menudo y eso tranquiliza.
Llega una familia india con un bebé, la pareja y la abuela. Aguantamos hasta que ellos cenan, cenamos nosotros también y preparamos las literas para dormir.
Sobre las 22:30 horas nos acostamos. Hace calor, aun así no tardamos mucho en caer dormidos, deseando llegar a la hora prevista, las 8:10 horas, sin tener retraso.
Besos y abrazos según corresponda.