Sur de india: thanjavur (tanjore), día 5

El despertador suena a las 8:00. Al dormir todos juntos van sonando las alarmas de los móviles progresivamente. Aseo y preparamos unos sandwiches con pan que compramos anoche en una tienda (22 Rs el paquete). Le añadimos tomates que compramos en el mercado y embutido traído de España. Que rico nos sabe todo. Dejamos preparadas las mochilas y salimos a la calle a tomar un té.

Encontramos un sitio cerquita y nos ponen unos tés con leche buenísimos por 8 Rs cada uno. Aprovechamos también a comprar agua fresquita porque el calor sigue siendo muy alto, sumado a la humedad. Estamos pegajosos.

Volvemos al Hotel Royal Mayurraa a por las mochilas. Bajo a recepción a por la fianza de 250 Rs que dejamos ayer. Sube un chico a mirar la habitación y al ver que no hemos roto nada da el ok. Me piden la "joya de la corona", sabéis lo que es? El papel donde nos apunto la contraseña wifi. Anoche me reia mucho con el dueño del hotel, no se las veces que le pude decir "open your mind". Me imaginaba a Golum diciendo mi tesoroooo, jajaja. Lo más gracioso de todo ha sido que en la habitación nos entraba a veces una wifi libre. En fin, welcome to India....

Nos devuelve la fianza y salimos a buscar a Sabeer que ya está esperándonos. Nos vamos a Darasuram, a ver el templo Airavatesvara.

AIRAVATESVARA:

Dejamos el calzado en la furgoneta y esta vez con calcetines para no abrasarnos los pies, vamos hasta la entrada. Es gratuito y tampoco se paga por cámara de fotos.

Disfrutamos tranquilamente de todos los recovecos. Vemos una escalera con un elefante y un caballo tirando de un carro tallados en piedra.

Salas de columnas en el vimana, como en todos los templos.

Un sacerdote nos anima a entrar hasta el lingam, claro está, que con la intención de que demos alguna limosna. Le digo que no es nuestra religión y no insiste.

Es por ahora el templo que más nos ha gustado. Toda la piedra tallada con figuras, escritos, etc.

Cuando nos cansamos de verlo todo, salimos. Hay un jardín fuera bastante cuidado. Entramos a nuestro oasis rodante. No sabéis lo bien que sienta poder entrar a un lugar con aire acondicionado en un país donde hace tanto calor y no existe una cafetería donde entrar y estar un fresquito.

Ponemos rumbo a Tanjore, nuestro siguiente destino.

Los trayectos en carretera siempre tienen su aquel. Por un lado todo lo que vas viendo del día a día de la gente. Por otro el caos circulatorio y la manera de conducir. Todos los adelantamientos son de riesgo, bajo nuestro punto de vista. Ellos adelantan casi siempre venga o no venga alguien. Se apartan a los arcenes y van progresando. El claxon es constante, se te va metiendo como un mantra. Sobre todo en las ciudades cuando vas andando y te pasa un bus o camión pitando en tu oído.

Llegamos a Tanjore a las 13:00 horas. Sabeer nos propone un alojamiento y vamos a él. Echamos un vistazo y nos parece bien. Se llama Hotel Ashoka Lodge. Elegimos habitaciones dobles con ventilador y baño privado, 650 Rs por habitación. Está cerca de la estación de autobuses y no es una ciudad con mucha oferta hotelera. Los pocos hoteles que tienen wifi son bastante caros.

Dejamos las mochilas, nos damos una ducha rápida y aprovechamos para hacer la colada.

Salimos a dar un paseo y buscar algo para comer. Al lado del hotel compramos agua y es la primera vez que nos la dan fría de verdad, una de las botellas hasta tiene hielo. Qué bien sienta y el bloque de hielo en 5 minutos desaparece. Nos metemos por una callecita cubierta por toldos y que toda ella está a la sombra. Casi todos los puestos son de carcasas para móviles. Ángela dice que necesita una y miramos. La que encaja, no coinciden los agujeros, pero no hay problema, el tipo saca una taladradora manual y se pone a operar. Tal es la chapuza que no la compramos, casi casi, se puede caer el móvil por el agujero, jeje.

Salimos a la calle principal y es una locura, muchos vehículos de todo tipo. Parece el concierto de una orquesta de claxon, pitos y bocinas en fa sostenido. Eso si, de primero de solfeo. Y lo que no deja de sorprender por cualquier parte de Asia son los tendidos eléctricos.

No hay aceras, como en todas partes, así que hay que meterse entre la orquesta y os podéis imaginar... A ambos lados de la calle puestos de comida, de frutas y todo tipo de productos y artículos.

En un puesto compramos unas samosas, (especie de empanadillas triangulares fritas rellenas de verdura) y unas bolas fritas que son dulces. Las samosas tienen un punto picante y están muy ricas. Las bolas dulces a algunos gustan y a otros no tanto. 5 Rs cada una.

En otro puesto cogemos un dulce que se llama jalebi. Son espirales rebozados y fritos de color naranja. Para mí, el retrogusto que deja, me recuerda al algodón dulce de las barracas. Compramos también una botella de 2 litros de cocacola (80Rs).

Retrocedemos hacia la estación de autobuses para buscar algún sitio para comer. Nos metemos en un vegetariano que hay mucha gente. Se llama New Thevar Restaurant y está situado a la izquierda de la entrada de los autobuses a la estación. Pedimos el menú y no hay mucha variedad, vamos lo de siempre. Los precios son muy baratos y nos quedamos. Nos suben a la primera planta a una habitación para nosotros solos con aire acondicionado, se está de lujo.

Pedimos un thali (75Rs), un curd rice (arroz con yogurt 45Rs), un lemon rice (arroz de limon 45 Rs) y un coconut rice (arroz con cacahuetes 45 Rs). Todos los platos de arroz vienen con verduras y una salsa espesa blanca picante. Pedimos no picante todo y es la primera vez que más o menos nos han hecho caso. Todo bastante rico y ha habido gustos para todos. Nos han puesto también una especia de guindillas fritas muy ricas y no pican nada. Nos han cobrado 21 Rs por el aire acondicionado.

Antes de marchar nos hemos asomado a la terraza a ver como los pinches de cocina y la dueña del lugar incluida, estaban cortando y pelando verdura. Escena indescriptible.

Volvemos al hotel a buscar a Sabeer para que nos lleve a ver el Templo y Fuerte de Brihadishwara.

Al llegar al parking del templo estaba esperándonos el representante de la empresa con la que hemos contratado el coche. Nos presenta Sabeer y nos dice que si necesitamos algún tipo de ayuda ahí está para lo que sea. Le decimos que todo muy bien y que no tenemos ningún problema. Aprovechamos para que nos haga alguna foto de grupo con Sabeer junto a nuestro furgo.

TEMPLO Y FUERTE DE BRIHADISHWARA:

La entrada es gratuita y no se paga por cámara de fotos. Las chanclas las metemos en las mochilas y nos ponemos calcetines para no abrasarnos los pies.

También conocido como templo RajaRajeswara y Rajarajeswaram. Es un templo hindú dedicado al Dios Shiva, construido en el año 1.010 d.c. por Raja Raja Chola I.

Está construido en granito y la cantera más cercana está a unos 60 Km. al oeste. Corresponde a la arquitectura tamil. Es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1.987 junto a los templos Gangaikondacholisvaram y Airavatesvara, bajo el nombre de Los grandes templos vivientes Chola. Se lo conoce popularmente como "gran templo".

Es uno de los sitios arquitectónicos más preciados de la India. Se encuentra en medio de murallas que, probablemente, fueron construidas en el siglo XVI. La vímana (edificio con forma de torre piramidal de planta circular que resguarda al "sancta sanctorum" de todo el mandir o templo) del templo mide 65 metros de altura y se encuentra entre las más altas de su tipo en el mundo. Hay una gran estatua de Nandi, el toro sagrado, tallado en una única piedra. Se encuentra en la entrada del templo y mide alrededor 5 metros de largo y 4 de alto, pesa unas 25 toneladas.

Es un templo bastante grande de piedra rojiza. Vemos gente saliendo de rezar del vimana, hombres de tez bastante negra con el torso descubierto y una especie de falda naranja.

Salen con la ceniza sagrada en una mano y la guardan en un sobrecito de papel. Esto lo hacen tanto hombres como mujeres. No vemos ninguna diferencia entre ambos sexos a la hora de acceder a los sitios de rezo.

Mucha gente se nos acerca pidiendo hacerse fotos con nosotros. Somos los únicos extranjeros y se nota. No pasamos desapercibidos.

Disfrutamos viendo todo tranquilamente y haciéndonos fotos con todo el mundo. Antes de marchar entramos a la parte sagrada, al vimana. Y nos dejan acceder hasta​ el lingam. Siempre en esta zona está prohibido hacer fotos y video.

Al salir me acerco al nandi (toro) y observo un rato como un sacerdote bendice a la gente que por ahí pasa. La bendición consiste en darte una pizca de ceniza.

Nos montamos en la furgoneta y nos acerca a la zona de la estación de autobuses. Quedamos con Sabeer mañana a las 9:00 horas para ir al siguiente destino.

En los pocos semáforos que hay, cuando los vehículos están parados, parece la parrilla de salida de un gran premio de motociclismo.

Está anocheciendo, son las 18:00 horas. Entramos a la estación de autobuses que siempre son lugares con mucha actividad. Puestos de comida, pequeñas tiendas de todo tipo y sobre todo mucho ruido.

Corre una ligera brisa que suaviza el ambiente, cosa que se agradece bastante. Pedimos en un puesto una especie de rosquillas que están friendo (5Rs unidad). Es masa con chile, no tienen mucho sabor y si pillas guindilla pica bien. Nos pedimos también té con leche (8Rs).

Pensando en que cenar, decidimos hacerlo a base de fruta. Compramos fruta en un puesto, una piña 50 Rs, que nos la pelan y todo. Unos plátanos 50 Rs el kilo, unos mangos, 60 Rs el kilo y unas granadas por 60 Rs el kilo.

Como igual es poco buscamos un sitio para tomarnos un lassi. Preguntamos y nos indican un sitio. Al llegar nos dicen que se les ha acabado. Preguntando por otro sitio llegamos y si tienen. Un sitio muy local y que solo uno sabe hablar inglés. Son lassis en estado puro, con azúcar o con sal. Ángela e Iñigo deciden probar el de sal, el resto pedimos dulce. Buenísimos, los de sal no tienen mucha aceptación.

Pedimos otra ronda, esta vez todos con azúcar. Entro dentro a ver como lo hacen, ya que me llama la atención la batidora que usan. Es grande y está colgada del techo. El lassi se hace con yogurt cremoso, azúcar en este caso y hielos. Se pica todo bien y ya estaría. Se puede añadir frutas. Están deliciosos, pero llenan bastante, así que nos ha servido de cena.

Nos vamos hacia el hotel a descansar. Mañana más. Las conexiones siguen siendo muy pobres.

Besos y abrazos según corresponda.