Revista Coaching

Surfeas las olas o te dejas llevar, paradigma de la gestión moderna.

Por Alfredolopez

surfSupongamos por un momento que llevamos 25 años haciendo lo mismo en nuestra empresa y los resultados obtenidos, sin ser un desastre, están muy lejos de lo que se podría entender como buenos para este tipo de compañía.

Lo primero que hay que plantearse seriamente es si debemos seguir por el mismo camino o cambiar el tipo de gestión que nos lleve a explorar nuevas sendas, parece algo tan evidente que sorprende ver como se siguen los viejos paradigmas de gestión que nos llevan a repetir año tras año los mismos errores.

En estos últimos años he podido comprobar como el desarrollo de la gestión en muchas empresas ha ido encaminado a que la alta dirección tenga todo bajo control, a gestionar desde la comodidad de lo previsible, “atar” de cerca a los equipos para que nadie se salga del camino marcado, jugar dentro de la caja de las decisiones 100% seguras, etc…..seguramente son valores importantes dentro del mundo de la gestión de las empresas pero por mucho que los desarrollemos nunca llegaremos a conseguir esos resultados extraordinarios que son fruto, justamente de salir de nuestra zona de confort, de coger perspectiva, de trabajar el talento y la innovación.

La falta de interés en repensar una gestión moderna de liderazgo lleva a las organizaciones a la desesperanza y a obtener resultados mediocres, ¿es ésto el preludio de la desaparición?. Creo que si no se produce ese cambio el fin está más cerca que lejos y da igual cuanto tiempo lleves en el mercado si uno, veinte o cien años.

Gary Hamel habla de las empresas rezagadas y de las empresas atrevidas…, parece claro que preferimos estar en el grupo de las atrevidas pero lo primero es reflexionar si en nuestra gestión prima la opinión de la alta dirección, si nuestra gestión disuade la iniciativa, si penalizamos el fracaso y no valoramos los logros, si estamos coartando las iniciativas y si en definitiva, mantenemos la misma ruta por la que hemos “circulado” en los últimos años a pesar de que se nos llena la boca de frases sobre cambio. 

Como suelo decir muchas veces: decir que se va a hacer algo, no es hacerlo.

Si muchas veces eso de la “parálisis por análisis” está limitando nuestra gestión, si la burocracia de la empresa impide coger velocidad, es el momento de que el líder saque “pecho” y demuestre compromiso con el cambio, que asuma riesgos, mejore como líder y reconstruya la organización para enfrentarse a las exigencias del mercado, responder adecuadamente a su equipo y garantizar a los socios un retorno justo a sus inversiones.

Si has leído hasta aquí, permíteme una última reflexión que tiene que ver con mi hija.

Admiro a mi hija, ¿quién no, verdad?. Con 9 años decidió engancharse a una tabla de surf y  ahora con 12 sigue dale que te pega peleándose con las olas. Antes  de salir se conecta a Windguru para saber dirección del viento, altura de las olas, horas de la pleamar y en función de todas esas combinaciones que no entiendo, elige una determinada tabla. Cuando llega a la playa calienta, echa un vistazo a todo y al agua….a partir de ese momento se enfrenta  cada minuto a situaciones no previstas (el mar es lo que tiene) y entonces empieza a tomar decisiones menos convencionales, llega a soluciones creativas, elige movimientos arriesgados y como no los resultados van llegando.

De esto mismo trata la gestión de la empresa: una ola tras otra, luchando por surfearlas o dejándose llevar cual madera mecida entre espumas sin más objetivo que aguantar a flote.


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