Revista Cultura y Ocio
Tengo ganas de saber del todo cómo estás,
guardo la distancia, pero es demasiada ya.
Me tranquiliza sólo saber que tú estás bien,
pero no quiero que sigas necesitándome.
Y no, no quiero saber si estás sola,
no quiero saber si estás más que sola,
no quiero saber si estás sola,
no quiero saber, no quiero saber ...
Cuando me dejaste, me dejaste, oh, tan mal ...
Todavía nuestra tormenta no se acaba de despejar.
Desde el principio sabíamos que no íbamos a durar.
Las decisiones se han tomado, las hemos tomado ya.
Y no, no quiero saber si estás sola,
no quiero saber si estás más que sola,
no quiero saber si estás sola,
no quiero saber, no quiero saber ...
Suena el teléfono a las cuatro de la mañana:
si son tus amigos, bien, no quiero saber nada;
deja tu número y mensaje al oír la señal,
o puedes seguir adelante y dejarme en paz.
Y no, no quiero saber si estás sola,
no quiero saber si estás más que sola,
no quiero saber si estás sola,
no quiero saber, no quiero saber ...
No quiero saber si estás sola,
no quiero saber si estás más que sola,
no quiero saber si estás sola,
no quiero saber...