―Posiblemente tengas muchas dudas jovencito, pero prefiero que todo lo resuelvas por ti mismo ―El viejo fue cubierto por lo que parecía ser el mismo vapor, pero esta vez era de color naranja―. Confió en ti, joven.
El viejo había desaparecido junto con el vapor naranja. Me sentía más fuerte, tanto física como mentalmente.
Agarré un tubo de metal del suelo y lo doblé sin ningún problema, ese viejo no me estaba mintiendo, decía completamente la verdad.
La gente de abajo empezó a hacer escandaló, seguro Adam había llegado, no sé qué es Aura, mucho menos un Handler, pero espero que me pueda ser de ayuda.
Todos estaban rodeando a mi hermano y yo trataba de hacer una sonrisa, como siempre esa “sonrisa” me salió del asco.
―¡Adam! ―grité mientras bajaba las escaleras―. Tiempo sin verte hermanito.
El pequeño Adam con su hipocresía (porque él era igual que todos los que estaban aquí)
me contestó con una sonrisa perfecta.
―Hermano ¡Me alegro tanto de verte! ―Suspiró―. ¡Te extrañe mucho!
A él si lo dejaban ir a otros países, disfrutar de la vida afuera ¡yo no era un débil!
Pero mis padres no lo veían de esa forma ¿Qué es lo que tengo que hacer? ¿Mostrarles mi súper fuerza?
Me senté en un sillón de la esquina, todos estaban fascinados con las historias que mi hermano les contaban de sus viajes.
Como siempre, él era el centro de atención, yo era el segundón que se acordaban de mi cuando mi hermano se iba.
¡Lo odio tanto!
En ese momento el vapor de nuevo cubrió mi cuerpo, expandiéndose por toda la sala y el comedor; estaba listo para mostrar mi nuevo yo.
―Hermanito ¿Recuerdas cuando teníamos 9 años y jugábamos luchas? ―Me acerque poco a poco con el vapor a más no poder―. Es hora de volver a jugar.
Quizás esto era el Aura, este vapor que cubría mi cuerpo.
Todos en la fiesta se quedaron pasmados, no podían creer lo que veían sus ojos, estaban asustados y confundidos, ellos no podían ver el odio que tenía por mi hermano. Acabare con todos estos hipócritas ¡Aunque sea lo último que haga!
Corrí contra mi hermano, yo estaba lleno de furia y coraje.
El vapor rodeo también a mi hermano, cortándole la respiración y para terminar le di un golpe en el estómago, dejándolo completamente sofocado.
No esperaba a que Adam se levantara, pero con su gran altura y fuerza se reincorporo del suelo, para sorpresa mía él sobrevivió al golpe.
-¿Cómo?- grité dentro de todo mí ser.
Mi hermano ya de pie trató de golpearme la cara, pero logré cubrirme con mi brazo.
Aun así a él no parecía importarle ya que después de unos escasos segundos mi brazo se paralizo por completo.
No lo podía mover, ni siquiera un poco.
Adam me sujeta de los brazos, él tenía mucha más fuerza.
Me tiró al suelo y después me empezó a golpear con sus puños en mis piernas entre otras partes del cuerpo, yo estaba completamente en estado vegetal.
―No eres el único que tiene trucos “Hermanito” ―me susurra al oído―. Decidiste ser parte de la nueva familia, eres un Handler.
Maldito, él también sabía sobre eso.
Adam, nunca te puedo sorprender con nada, eres una persona que todos quisieran de su lado, me siento como una basura junto a ti.
―Yo soy un Krieger, si quieres saber más, tendrás que ser mi aliado, no quiero que termines muerto y que la familia solo se preocupe por una porquería sucia como tú ―Giró su cabeza para ver a los invitados y sus caras de terror―. Trata que esta vez no seas el tonto de la historia y que como siempre yo, me gane el protagonismo.
Es oficial, ya lo odiaba desde el suelo hasta el fin del universo, pero solo si lo sigo obtendré respuestas.
Fue muy extraña su forma de hablarme, ahora veo porque siempre había notado algo extraño dentro de él.