El presidente de Suriname, Desi Bouterse, dijo este martes ante la Asamblea Nacional de su país que no concederá asilo político al grupo de cubanos que protesta frente a las oficinas de la Cruz Roja en Paramaribo, debido a la relación de amistad que mantiene con el régimen de La Habana y estarían al borde de ser deportados a la isla.
“Cuba es una nación amiga, no vamos a conceder asilo político a las personas que piensan que vienen aquí a jugar”, declaró el mandatario, según publicó hoy el rotativo digital Starnieuws.
Se trata de un grupo de dieciséis cubanos que llegaron hace más de siete meses a Suriname y han sido citados o entrevistados por funcionario de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR, por su siglas en inglés), a través de la Cruz Roja como intermediaria de ACNUR.
Algunos de los cubanos han recibido la condición refugiados concedida por ACNUR, lo que les permite residir por un año en la nación caribeña, a espera del Asilo político. Otros aún esperan todo el trámite, pero ninguno tiene acceso a trabajo, atención médica ni educación para sus hijos.
En el grupo hay cuatro niños de hasta 12 años de dad que no pueden asistir ni a la escuela ni a centros de salud.
En exclusiva con Martí Noticias, desde el frente de las oficinas de ACNUR en Paramaribo, el portavoz del grupo, Servilio Villegas Marrero, reaccionó a las palabras del presidente Bouterse.
“Es una situación que nos pone en un grave estado porque sentimos temor a que podamos ser deportados”, explicó Villegas, un opositor cubano que fue arrestado en decenas de ocasiones mientras integraba grupos de la disidencia como la iniciativa Todos Marchamos, del Foro por los Derechos y Libertades.
Con información de Martí Noticias y Starnieuws.
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