La actual administración municipal de Tijuana se embarcó con dinero prestado en una onerosa reconstrucción de las calles principales de la ciudad, supongo que en condiciones normales el proyecto es necesario para mantener las vialidades de una población importante como es Tijuana, pero no es así cuando la situación económica y la violencia demandan inversiones cuantiosas y a largo plazo para combatirla.
De ahora en adelante esta reconstrucción vial se suma a los problemas actuales, pues durante 30 años se tendrá que pagar el crédito solicitado para recarpetar de concreto las calles, si hoy en día es muy elevado el cobro que se nos hace de predial en la ciudad, así como el cobro en servicios como el agua potable, multas y recargos, no es justo para los que habitamos la ciudad que por caprichos de gobernantes sigamos pagando los sueldos de miles de personas que no dan un servicio adecuado y no brindan la seguridad a la que están obligados a ofrecer.
No quiero adentrarme en problemas de corrupción, que seguramente los hay en la actual administración, el detalle es que Tijuana está igual de mal con el PAN que con el PRI, no hay seriedad en ningún político.
Hoy que venía a la oficina me llamó la atención el letrero que señalaba que el Café Starbucks seguía abierto, me puse a pensar en todos los negocios que han tenido que cerrar sus puertas gracias a la ineficiencia de nuestros gobernantes, mal desempeño que viene perjudicando el empleo formal y dispara las cifras de empleo informal en todo el país.