Según los últimos estudios sobre la salud en la empresa, tan solo el 20% de las organizaciones españolas pueden considerarse empresas saludables. Las cifras muestran que aún queda un largo camino por recorrer en cuanto a bienestar laboral se refiere.
No obstante, hay que reconocer que el número de empresas que toman conciencia de la necesidad de mejorar la salud de los trabajadores va en aumento.
LA SALUD LABORAL EN CIFRAS
La salud en la empresa no solo es una cuestión de ética o de empatía sino también de productividad, ahorro de costes y retención de talento. Los datos hablan por sí solos: cada euro invertido en salud y bienestar del trabajador retorna un beneficio hasta 5 veces superior.
Por otra parte, en 2017 las bajas laborales aumentaron un 52% respecto a 2013, un dato que obliga a replantearse seriamente la necesidad de velar por la salud en la empresa. El gasto en concepto de prestaciones por incapacidad temporal supuso un coste de 68.410 millones de euros para empresas y mutuas, lo que da una idea de la magnitud del problema.
Si tenemos en cuenta los beneficios que aporta a la empresa invertir en la salud de los trabajadores y los costes que implica lo contrario, parece obvio que la mejor forma de aumentar la productividad es convertirse en una empresa saludable.
¿CÓMO SER UNA EMPRESA SALUDABLE?
Una empresa saludable requiere la colaboración de trabajadores y directivos en la aplicación de un proceso de mejora continua para promover la salud, la seguridad y el bienestar de todos los empleados y la sostenibilidad del lugar de trabajo.
Las acciones que se implementan en la empresa saludable abarcan aspectos relacionados con el bienestar físico y emocional. El proceso de promoción de la salud implica, entre otros, fomentar hábitos de vida saludables, aprender a gestionar el estrés y luchar contra el sedentarismo. Los medios para lograrlo son variados, desde ofrecer fruta fresca en la oficina a disponer de servicios de fisioterapia a empresa y talleres de mindfulness o clases de yoga en la oficina.
El objetivo es ayudar a los trabajadores a utilizar de forma más eficaz sus recursos físicos y mentales.
Los mecanismos para ser una empresa saludable implican:
- Incluir la salud y el bienestar de los empleados entre los valores de la empresa
- Definir una política de salud y prevención
Poner en marcha acciones concretas y evaluar sus resultados - Impulsar el cambio con el ejemplo de directivos y mandos intermedios
- Promover hábitos saludables en la empresa
- Fomentar una alimentación sana en la empresa con menús saludables, fruta fresca y agua, entre otros
- Incentivar la actividad física mediante descuentos en gimnasios o deporte en la empresa
- Gestionar el estrés y la ansiedad con talleres de yoga o mindfulness
- Establecer horarios flexibles que permitan conciliar la vida laboral y personal
- Prevenir los problemas musculoesqueléticos mediante fisioterapia en la empresa
- Crear un buen clima laboral cuidando la remuneración, la participación, el trabajo en equipo y la comunicación
- Promover la solidaridad entre empleados y con la sociedad en general
La promoción de la salud en la empresa es todavía una asignatura pendiente. Sin embargo, la maquinaria necesaria para el cambio en la forma de concebir el lugar de trabajo ya se ha puesto en marcha. Es cuestión de tiempo que todas las empresas que quieran mejorar y mantener su competitividad a lo largo del tiempo adopten estas medidas.
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