Los denominados anorexígenos que son derivados de las anfetaminas no deberían usarse en ningún caso, menos por personas de peso normal que deseen bajar un par de kilos. Estos fármacos estimulan el sistema nervioso y pueden producir taquicardia, arritmia, elevar la presión arterial e incluso hemorragias cerebrales. Pueden además generar adicción y depresión severa, sin contar el efecto rebote, ya que cuando los dejas de tomar subes inmediatamente de peso. Además gracias a su efecto adictivo pueden provocar cuadros de anorexia o bulimia.
También existen otros medicamentos que pueden ser usados erróneamente, como las hormonas tiroideas o los derivados de éstas, los que actúan aumentando el metabolismo. Se trata de una hormona que producimos naturalmente, por lo que sólo está indicada en pacientes que tienen problemas a la tiroides pero quienes la usan indiscriminadamente pueden presentar irritabilidad, taquicardia, hipertensión e insomnio.
Asimismo, las bebidas que contienen cafeína, como el té y el café, aumentan el metabolismo mediante un aumento en la secreción de adrenalina. Esto explica ciertos síntomas relacionados con un excesivo consumo de cafeína, como tensión nerviosa, irritabilidad e insomnio. También se ha visto que el café reduce la absorción de zinc y de hierro y favorece la pérdida por la orina de gran cantidad de calcio.
El té verde puede ser una buena alternativa al café ya que, a pesar de posee niveles más reducidos de cafeína, no contiene los hidrocarburos tostados de este que son una fuente rica en radicales libres. Además, puesto que cuanto mayor sea la tasa metabólica más radicales libres se generan, las propiedades antioxidantes del té verde son de especial importancia en esta circunstancia.