Una sustancia psicoactiva es aquella que introducida en el organismo afecta o altera el estado de ánimo y la conducta. En este artículo voy a tratar únicamente las sustancias psicoactivas legales (cafeína, nicotina y alcohol).
CAFEÍNA
Molécula de cafeína
La cafeína es una de las sustancias adictivas más consumidas en el mundo, su uso se ha convertido en un hábito culturalmente aceptado. Está presente en productos de consumo habitual como el té, café, chocolate, bebidas de cola y fármacos analgésicos, antigripales y descongestivos.
La cafeína es una sustancia habitual en nuestra dieta que puede producir ansiedad, dificultad para conciliar el sueño y alterar la calidad del sueño en las fases no REM. También puede producir síntomas físicos como palpitaciones, temblores y dolores de cabeza.
Es un estimulante del sistema nervioso central que actúa aumentando la liberación de neurotransmisores excitadores y reduciendo la liberación de neurotransmisores inhibidores. De esta forma logra mantener la activación del sistema nervioso central y el estado general de alerta.
A los cinco minutos de su ingestión ya está distribuida por todos los tejidos del organismo y su concentración máxima se alcanza entre los 15 y los 60 minutos después de su consumo. Su vida media oscila entre las tres y las siete horas.
Personas con trastorno de ansiedad deben evitar la cafeína puesto que esta empeora la sintomatología ansiosa.
Los síntomas de la intoxicación por cafeína son similares a los síntomas del trastorno de ansiedad y ataque de pánico. La cafeína puede intensificar los trastornos de ansiedad previos y por tanto desencadenar ataques de pánico, agorafobia,…
Contenidos en cafeína de distintos productos
El cese brusco del consumo regular de cafeína puede desencadenar un síndrome de abstinencia cuyos síntomas principales son las cefaleas, mareos y fatiga. Los síntomas comienzan entre 12 y 24 horas después del último consumo alcanzando su máximo entre las 24 y 48 horas. Su duración es de aproximadamente una semana. Para evitar el síndrome de abstinencia se recomienda reducir el consumo de forma gradual.
NICOTINA
Molécula de nicotina
La nicotina es una sustancia altamente adictiva que es estimulante y sedante al mismo tiempo. Nada más comenzar a fumar un cigarrillo se produce una liberación súbita de glucosa que produce una estimulación del sistema nervioso central. Esta estimulación va seguida de un cierto decaimiento y fatiga que lleva al fumador a encender otro cigarrillo.
La vida media de la nicotina en el cuerpo es de entre 30 y 120 minutos, superado este tiempo aparece el síndrome de abstinencia que lleva a fumar de nuevo. Si pasado este tiempo no se fuma de nuevo se da estado de ánimo disfórico o depresivo, insomnio, irritabilidad, ira, ansiedad, dificultad de concentración e inquietud.
Se sabe que fumar cigarrillos a una edad temprana incrementa la probabilidad de tener trastornos de ansiedad en la vida adulta. Fumar también se relaciona con la aparición de ataques de pánico.
Es importante saber que dejar de fumar disminuye los niveles tanto de estrés como de ansiedad general de una persona.
ALCOHOL
Molécula de alcohol etílico
El alcohol es un depresor del Sistema Nervioso Central.
El alcohol se absorbe en el tracto gastrointestinal y depende de la concentración en alcohol de la bebida, a mayor concentración mayor absorción. A los cinco minutos de iniciar el consumo el alcohol ya puede detectarse en la sangre y alcanza su máximo entre 30 y 90 minutos después.
El consumo de alcohol reduce los neurotransmisores excitadores y aumenta los neurotransmisores inhibidores del sistema nervioso central, sin embargo, una vez que cesa el consumo se produce el efecto contrario, se incrementan los neurotransmisores excitadores y se reducen los inhibidores dando lugar a la resaca.
Muchas personas consumen alcohol para reducir la ansiedad y afrontar situaciones estresantes usándolo como ansiolítico, sin embargo, el consumo de alcohol a lo largo del tiempo eleva los niveles de ansiedad. Se debe a que el consumo continuado de alcohol estimula el sistema nervioso autónomo provocando sintomatología de ansiedad. Tras dos semanas sin beber esta sobreestimulación desciende gradualmente hasta desaparecer.
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