Creía, que el otoño, mi estación favorita, se limitaría a hacer acto de presencia por un instante, para inmediatamente, ceder los honores al invierno más crudo.
Y me temía... Un verano perpetuo, que no concediera a las hojas el tiempo suficiente para mudar de tonalidad, creando esos paisajes únicos sin los que un buen amante del otoño no puede, simplemente respirar, el resto del año...
Nací un otoño frío de madrugada, y mi madre, siempre me ha contado que temblaba como una hoja, hasta que las enfermeras consiguieron que el calor infalible que proporciona el rebujarse en una buena manta y en unos brazos queridos, me permitiera abrir los ojos al mundo, sin que jamás olvidara que mi primer acto reflejo no fue una lagrima.
Quizás, esta fue la causa por la que me convertí en una niña extremadamente sensible, aunque también extremadamente llorona... Y curiosamente, lo que más me hacía llorar de buena mañana, eran los intentos incansables de mi abuela y mi madre, por insertarme por la cabeza, el temido jersey de cuello vuelto. Mi prenda de cabecera desde entonces, hasta bien avanzada la primavera...
Soy de las que le gusta sentir en general, y en particular al OTOÑO, no sólo porque me permite ser un año más vieja, sino también porque los recuerdos afloran nítidos y mis sentidos se agudizan, permitiéndome ser más yo y tomar importantes decisiones en mi vida...
Por cierto, ¿Sois de las que trasladáis vuestras sensaciones a los diferentes rincones de vuestra casa?. Creo, que es importante introducir, aunque sean sutiles cambios que nos ubiquen temporalmente y que sirvan de punto de inflexión para iniciar nuevas etapas...
Hoy, os traemos un buen ejemplo a través del blog Carrie´d Affair unas interesantes imágenes, que muestran una misma cocina, decorada en diferentes momentos del año... Esperemos que os gusten y que a pesar de la ausencia de estos últimos meses volváis a elegir nuestro espacio para inspiraros...
¡¡FELIZ OTOÑO!!
PRIMAVERA
VERANO
OTOÑO
INVIERNO
Fuente Fotografías: Carrie´s affair blog