Sylvia Plath, Borde (traducción: Griselda García)
La mujer alcanzó la perfección.
Su cuerpo
Muerto tiene la sonrisa de la realización,
La ilusión de una necesidad griegaFluye por los pliegues de su toga,
Sus piesDesnudos parecen decir:
Hemos llegado tan lejos, se terminó.Cada niño muerto enroscado, una serpiente blanca,
Uno a cada pequeñaJarra de leche, ahora vacía.
Ella los ha plegadoDe nuevo hacia su cuerpo como pétalos
De una rosa cerrada cuando el jardínSe endurece y los olores sangran
Desde las dulces, profundas gargantas de la flor nocturna.La luna no tiene por qué estar triste
Mientras observa desde su capucha de hueso.Está acostumbrada a este tipo de cosas.
Sus negros crujen y se arrastran.
Sylvia Plath, Edge
The woman is perfected.
Her deadBody wears the smile of accomplishment,
The illusion of a Greek necessityFlows in the scrolls of her toga,
Her bareFeet seem to be saying:
We have come so far, it is over.Each dead child coiled, a white serpent,
One at each littlePitcher of milk, now empty.
She has foldedThem back into her body as petals
Of a rose close when the gardenStiffens and odors bleed
From the sweet, deep throats of the night flower.The moon has nothing to be sad about,
Staring from her hood of bone.She is used to this sort of thing.
Her blacks crackle and drag.Sylvia Plath (Boston, 1932 – Londres, 1963), The Collected Poems. HarperCollins. New York. 2008. Traducción: Griselda García
N.B.: Esta traducción está en periódica revisión.