Alexis Tsipras, líder griego de Syriza, es apoyado por Pablo Iglesias, de Podemos, y por otros líderes españoles.
Mañana se celebran las elecciones generales en Grecia. Nueva Democracia, el partido en el gobierno, ha decido acabar la campaña con un duro mensaje de miedo sobre lo que ocurriría si Tsipras se convirtiese en Primer Ministro. Estos últimos días se han publicado spots electorales intimidando a los electores para que no veten a la izquierda. Unas elecciones que, por primera vez, podría cambiar la tendencia europea de la Troika.
Pese a todo, el líder de Syriza, Alexis Tsipras, mantiene su ventaja sobre el partido de la derecha, de Antonis Samarás, con una intención de voto de entre un 5% y un 8% por encima del partido gobernante y un triunfo en las elecciones podría significar un cambio en las políticas de austeridad. La política de su partido se ha visto apoyada esta misma semana por la presencia en Grecia de varios líderes españoles, representantes de diversas formaciones de izquierda en España: Cayo Lara, coordinador de IU, Pablo Iglesias, secretario de Podemos, que intervino en un acto junto a Alexis, Ada Colau, candidata de Guanyem Barcelona, y otros.
Pablo Iglesias, que ha querido restar importancia a su presencia porque “el protagonismo es del pueblo griego y estamos aquí para apoyarlo”, equiparó su partido a Syriza. “El viento del cambio –dijo en griego, entre gritos de ‘Syriza, Podemos, Venceremos’– sopla en Europa; en Grecia, se llama SYRIZA, en España, Podemos. Vuelve la esperanza”. Añadió que “nosotros tenemos que seguir nuestro propio camino. Apoyamos a Syriza porque es la alternativa, porque representa un cambio y apoyaremos al gobierno de Syriza, pero nosotros tenemos que hacer nuestros propios deberes". Por su parte, Aula Nicolau predijo que “lo que pase en Grecia, animará a otros procesos y las complicaciones que (Syriza) pueda encontrar también nos van a hacer conscientes de ello”
Según Tsipras, Syriza ganará estas elecciones, con lo que podría empezar la recuperación de la democracia, dejando de ser la sucursal subordinada de la Troika y de la Alemania de Merkel, y los gobiernos griegos, portugueses, españoles, irlandeses meros súbditos de los alemanes, cambiarían el ritmo marcado por las políticas conservadoras. Porque si hay algún partido, con posibilidades de gobernar, que esté dispuesto a conducir su país, sin que le gobiernen desde fuera y dispuesto a enfrentarse, si es necesario, con la Troika, ese es Syriza. Un partido que recibe el apoyo de toda la izquierda europea y abre un nuevo tiempo para muchos países, entre otros, España.