La planta de tabaco es originaria de América, aunque actualmente se cultiva en otras zonas del planeta. Es la principal materia prima para la fabricación de los cigarrillos. El nombre científico es Nicotina tabacum y pertenece a la familia de las Solanácea. Del tabaco se conocen más sus efectos negativos en la salud que sus propiedades positivas. Esta planta tiene como principal sustancia activa a la nicotina que cuando se lo consume en altas dosis es muy perjudicial para la salud, pero en bajas dosis es estimulante y relajante del sistema nervioso.
El otro gran problema es que tiene un efecto muy adictivo en las personas. No es recomendable para nada fumar cigarrillos ya que además de tabaco tiene muchas otras sustancias químicas dañinas para la salud. Las hojas secas del tabaco son las que poseen las propiedades medicinales pero también son toxicas, dependiendo la forma en que se lo administra. La forma más saludable de aprovechar las cualidades de esta planta es masticarla o utilizarla en emplastos así como la extracción de jugo. No se aconseja inhalar o fumar al tabaco por sus consecuencias negativas a la salud a largo plazo. La planta de tabaco tiene algunas propiedades medicinales diuréticos, vomitivo, vermífugo, sedante. La planta de tabaco puede ser usada en forma externa para tratar hemorroides, afecciones en la piel, golpes, contusiones, reumatismo, favorece la eliminación de líquidos, estimula la secreción salivar, neuralgias, lombrices y parásitos intestinales.