Revista Cine
Buen salto de calidad en la animación española
Enrique Gato, director y responsable de esta simpática aventura animada, nos presenta a Tadeo, un carismático y bien construido personaje que vendría a ser algo así como una suerte de Indiana Jones en versión, si se quiere, paródica. Con una primera media hora brillante y ultra dinámica, la película entretiene de modo visualmente adictivo, a base de una narración a puro ritmo con ligeros toques de humor, desplumados de doble sentido alguno. Lo bueno y atrayente de Tadeo, el explorador perdido radica en el curso de los acontecimientos: espontáneos, frescos y divertidos para el espectador. Todo esto reforzado por una animación de lujo, ostentosa, más una creación de paisajes tan colorida como alegre, estéticamente impecable, que da gusto observar y apreciar. Si nos remontamos a los puntos negativos, el film falla un poco en el desarrollo de la historia: al haber comenzado tan enérgicamente se le hace dificultoso mantener el compás, la armonía, cayendo levemente en la previsibilidad típica de toda cinta enfocada en el público infantil. Más allá de eso, nuestro protagonista parece ser la única figura dotada de mística, quedando los personajes secundarios prácticamente carentes de gracia o de algún tipo de atractivo diferente que entusiasme al espectador. Placentera y amena, la película se deja ver y resulta ideal para disfrutar en familia, siendo quizás la mejor obra cinematográfica de animación de la industria española.
LO MEJOR: entretenimiento puro. Sana, graciosa, excelente ritmo. LO PEOR: no trasciende, cae en la obviedad de mitad hacia adelante. PUNTAJE: 6,20