Tenía muchas ganas de escribir este post sobre Tailandia, mi mejor viaje sin duda hasta ahora!
Si tuviera que describir este país en 4 palabras diría que es alucinante, cálido, sorprendente y humilde.
A mitad de Enero, nos empezamos a plantear sitios para viajar en agosto, queríamos ir a algún país lejano y que nos apeteciera conocer.
Nos decantamos por Tailandia ya que últimamente muchos amigos o familiares nuestros habían ido y todos volvían encantados.
Yo pensaba que Asia no me iba a entusiasmar (no sé la razón) y prefería EEUU, pero David, que había estado el verano pasado en Filipinas, Hong Kong y Malasia, me quitó esa idea de la cabeza y me animó a descubrir este continente tan lleno de contrastes.
Aprovecho para decir, que si sabéis segurísimo que vais a viajar por ejemplo en agosto, el mejor mes para mirar los vuelos es finales de enero.
Nosotros volamos por 600€ i/v con Emirates.
Madrid - Dubai (con escala de 2 horas) y Dubai - Bangkok. Unas 16 horas y 30 en total.
BANGKOK
- Cambio de moneda de euros a baths:
En España, cambiar el dinero en cualquier banco sale bastante más caro, así que lo que recomiendo es llevar dinero (el que cada uno quiera) en efectivo, y al llegar al aeropuerto cambiar en cualquiera de los Exchange que hay.
En la ciudad el cambio estará más barato, así que merece la pena.
En caso de quedarse sin efectivo, hay cajeros en los que se puede sacar con tarjeta de crédito y con la que cobrarán un 3% de comisión más o menos.
- Traslados o cómo moverse:
Para ir del aeropuerto de Suvarnabhumi al centro de Bangkok, lo más cómodo y económico es coger el sky tren que tarda una media hora y cuesta unos 0,85 céntimos.
Nosotros fue lo que hicimos, y una vez llegamos a la última parada Phaya-thai, cogimos un taxi al hotel que nos costó 150 baths (2,5€).
El transporte en Tailandia es muy barato para lo que estamos acostumbrados aquí.
Siempre hay que negociar un precio con el taxista o preguntar si lleva taxímetro para no llevarnos sorpresas.
Como no, también están los míticos tuk-tuk que la verdad dan la sensación de inseguros, pero es una experiencia que todo el que va tiene que probar! Era un poco locura ir en tuk-tuk por esta caótica ciudad pero a mí me parecía gracioso jajaja.
Nada más pisar un pie en Bangkok, lo que se nota de golpe es el calor bochornoso (en España era agosto y también hacía calor pero no como este), ya que es un clima tropical y hay muchísima humedad.
No recuerdo haber pasado tanto calor en mi vida (y soy de Valencia), pero con las ganas que tenía de empezar a descubrir este país que tan lejos estaba de mi casa, se me olvidaba todo!
Lo bueno es que en cada calle o cada poco, había un 7Eleven que estaba ahí para salvarte y comprar agua bien fresquita por sólo 0,20 céntimos.
Esto es súper importante porque no se para de sudar y hay que hidratarse para evitar cualquier golpe de calor.
En Bangkok hay muchísimos hoteles de categoría alta y por precios que para un par de noches todos nos podemos permitir, suelen estar por la zona del río y los rascacielos. Nosotros elegimos uno que estuviera cerca de toda la zona centro.
Estábamos a dos calles de la famosa Khaosan Road (la calle de los mochileros), así que el día que llegamos nos dedicamos a recorrer la calle, ver el ambiente, mirar todos los puestos, tomar una Shinga fresquita y cenar por allí.
Lo típico y más barato en Tailandia es comer o cenar comida de los miles de puestos que hay por las calles, pero nosotros no nos atrevimos. La gente dice que la comida está riquísima y no lo dudo, pero como era mi primer contacto con esta cultura, y no quería fastidiar mis vacaciones por cualquier malestar de estómago... Quizás en la siguiente visita a Asia me atreva :).
Comimos todos los días en los restaurantes que mejor impresión nos daban o en el del resort u hotel en el que estuviéramos, y aún así, baratísimo.
GRAN PALACE
Nuestro segundo día en Bangkok, lo queríamos dedicar a ver el Gran Palacio entre otras muchas cosas de la ciudad.
Esta visita no puede faltar, una arquitectura y unos templos que nunca antes había visto, con unos colores y materiales preciosos.
Me encantó!! Aunque hacía muchísimo calor como no!
Ya sabréis que en los templos o zonas sagradas como esta, hay que llevar los hombros tapados y las piernas también, así que me tocó tirar de rebeca y pareo, de ahí la pintas jajaja. No recuerdo haber pasado tanto calor! Disfruté mucho y me alucinó pero en realidad estaba sufriendo y me arrimaba a todos los ventiladores que habían dentro de los templos ;)
La entrada nos costó unos 12,5€ por persona. Puede parecer caro, pero merece la pena la visita.
Después nos dirigimos a Wat Pho (Buda reclinado), creo que aquí nos costó unos 3€ y al entrar daban botella de agua por persona en un stand (es de agradecer).
Para entrar a verlo sí había que ir tapado también, pero en lo que era el recinto de fuera donde habían jardines y monumentos, ya no hacía falta.
Comimos algo y cogimos un tuk-tuk a Chinatown, mítico barrio que tienen todas las ciudades asiáticas, incluso las que no lo son como Nueva York o Londres también lo tienen. Al ser por la tarde sólo habían puestos de comida china y tiendas abiertas sin mucha gente por la zona. Cuando más luces y ambiente hay por lo visto es por las noches.
Nos recorrimos parte de Chinatown y llegamos al río, a una de las paradas por las que pasan los barcos que cuestan como 0,50€ y hacen la misma función que el metro, el autobús o cualquier transporte, va parando y la gente baja o sube.
Vale que el río es marrón y tampoco es imprescindible coger barco para pasear por él, pero a nosotros nos pareció una buena experiencia, un paseíto corto hasta llegar a nuestra parada. Montados en él, se podían ver los miles de contrastes que caracterizan a esta ciudad, por un lado los rascacielos altísimos y por otro la cantidad de chabolas como las que se aprecian en la foto.
Ya por la noche, nos fuimos de nuevo a la zona de nuestro hotel y Khaosan Road para cenar, observar el ambiente de gente, música y olores que se concentran allí, y como no! un buen masaje para terminar el día.
Si alguien no lo sabe, Tailandia es la cuna de los masajes y hay de muchos tipos por unos precios increíbles. Por ejemplo masaje relajante de pies y piernas, una hora 5€!
Sólo estuvimos dos días, así que hay muchas más cosas que visitar como los mercados nocturnos, mercado flotante a las afueras, centros comerciales enormes con mil imitaciones y tiendas...
Pero a nosotros nos esperaban muchas aventuras y mucho que seguir descubriendo de este fantástico país ;).
La mañana del último día en Bangkok recogimos todo, aprovechamos comprar algunos recuerdos, un último masaje en la ciudad y....
Destino: Islas del Golfo de Tailandia... Koh Samui y Koh Phangan. Próximo post! :)