Tal día como hoy de hace tres años me casaba con el que sin
duda es el hombre de mi vida. Os he hablado muchas veces de él, e incluso os
conté como empezó nuestra bonita historia de amor (¿y qué historia de amor no
lo es??).
Él es la persona mas noble y buena que conozco. No tiene maldad y todo lo hace de corazón. Tiene una generosidad extrema y un gran sentido del humor. Y aunque a veces me haga enfadar porque siempre quiere tener la razón, también es capaz de hacerme llorar de risa y de derritirme con sólo una mirada
Durante más de seis años mi
marido ha estado apoyándome en todo, -a su manera, es cierto (chicas, ya me entendéis, jajajaja)-. Él me ha
enseñado a ser mejor persona y sobretodo me ha demostrado que se puede ser
feliz disfrutando de las pequeñas cosas, y que "no es feliz el que más tiene, sinó el que menos necesita".
Es sumamente paciente y
aunque me cuesta enredarlo siempre acaba prestándose a probar los
productos y a participar de alguna
manera en el blog. Me ayuda con algunas dudas técnicas y a veces incluso
sugiere temas, aunque nunca lo lee. (ahora estoy intentando que escriba posts sobre deporte y salud ya que entrenador de atletismo titulado aunque no ejerza.
Se avecina una temporada muy
dura, el cáncer ha vuelto a entrar en nuestra familia, aunque esta vez será al
contrario. Debo ser yo el pilar que se mantenga firme y en el que él se apoye.
Y no lo voy a dejar caer, de la misma manera que él no dejó que yo cayera….
…. Porque él es mi vida.