Talento concentrado

El doctor S. Ramón y Cajal, el poeta F. García Lorca, el científico Severo Ochoa, el novelista B. Perez Galdós, el cineasta L. Buñuel, el genio artista S. Dalí, son solo algunos de los habitantes de la “Residencia de estudiantes” de Madrid que ahora cumple 100 años, donde pasaron otras personalidades como Marie Curie o Albert Einstein, J. Ortega y Gasset, Manuel de Falla, R. Alberti, Miguel de Unamuno, y un largo etc. Un lugar de conocimiento basado en el laicismo y el humanismo que consiguió a principios del siglo XX reunir a probablemente los talentos y mentes más brillantes de nuestro país y a algunos del Mundo entero, creando lo que conocemos como la edad de plata.

Este recién acabado 2010, el que España ganó el Mundial de fútbol gracias a un equipo inigualable, tras tantos años de intentarlo sin éxito, y el resto de triunfos españoles en casi todas las modalidades deportivas como: R. Nadal en tenis, P. Gasol en basket, F. Alonso en fórmula 1, A. Contador en ciclismo, J. Lorenzo en motociclismo, etc etc..

O en otros países y épocas, como el que se dieran un Leonardo Da Vinci, Miguel Angel Buonarroti, Rafael y Donatello, etc en el renacimiento italiano, una época brillante gracias a personas geniales que convivieron en un mismo lugar y tiempo.

Que ahora en el siglo XX se concentre en California, uno de los estados más prósperos de E.E.U.U. y una de las 7 potencias económicas más importantes del Mundo, además o por causa de tener la mayor concentración de talentos tecnológicos nunca vistos en en Sillicon Valey (San Francisco), o la cuna del cine y el entretenimiento actual en Los Ángeles con Hollywood.

Todas estas casualidades, que creo que no lo son tanto.., me dice que de algún modo el talento puede que se dé en un momento determinado de forma esporádica e incontrolable, o no, pero sin duda, el talento atrae al talento, y éste se puede favorecer, y se puede propiciar un ambiente donde tenga cabida y se pueda desarrollar y multiplicar, consiguiendo sinergias y resultados que ni se parecen a lo que un solo individuo sería capaz.

Las personas nos unimos de forma natural por intereses e inquietudes y al trabajar conjuntamente y a nivel intelectual, artístico científico o profesional surgen formas de estímulo recíproco que no hacen más que acrecentar la motivación y los resultados a nivel individual.

Desde mi experiencia personal y desgraciadamente a mucho menor escala de los ejemplos comentados, he podido observar de cerca lo que varias mentes con talento son capaces de conseguir en tiempo récord, y desde luego, es algo que no podemos obviar ni desperdiciar. Y es que creo que cada día nos tenemos que acercar más a una nueva forma de trabajar, que tienda menos hacia la competitividad individual, y más hacia la concentración de talentos y su abierta colaboración.

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